Capítulo 10

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Estaba parado al otro lado de la puerta, esperando paciente a que su amigo se dignara a abrirle.

Podía escuchar las risillas que salían de interior del apartamento, volteó los ojos, imaginaba lo que sus amigos hacían dentro, eran demasiado obvios sin mencionar que en extremo cariñosos, bufó.

Escuchó un gemido del otro lado y supo que era suficiente, tenía que ir a dar una vuelta porque esos dos tardarían, sólo esperaba que no lo hicieran en el sillón donde pondría su trasero para contarles lo mucho –poco– que había avanzado en el castaño.

Aunque temía que usaran la cocina, así que por si las dudas rechazaría cualquier oferta de quedarse a comer hasta que estuviera seguro que aquello estaba desinfectado de fluidos.

Bajó por las escaleras perezoso, quería tomarse el tiempo necesario. Con lo amorosos que eran sus amigos calculó al menos una hora más.

Paseó por los alrededores y se dirigió a esa tienda con la que estaba muy familiarizado, quería decorar un poco su apartamento. Además también quería ver a su persona favorita, después de Jimin porque no podía decir lo contrario sino quería perder su preciado aparato reproductor.

La campanilla anunció su llegada y lo primero que vio fueron esos peculiares hoyuelos sobre la cara de su amigo que estaba detrás del mostrador. Su amigo apenas lo vio salió a saludarle.

"Hey Guk, ¿cuánto tiempo?"

"Hola Nam, no ha sido tanto. Tan soló dos semanas"

"Dos semanas es mucho tiempo para quien casi te crió" bromeó "¿Que te trae por aquí?"

"Verás, quedé de verme con Park pero el desgraciado está fornicando por toda su casa con el otro desgraciado" hizo ademanes escandalizando la situación.

"Ya veo, debiste llegar antes y tocar más fuerte esta vez"

"Ni me lo recuerdes, llegué un minuto tarde hyung, uno" puntualizó, el moreno se carcajeó.

Ambos conocían a Jimin, de hecho parte del negocio donde se encontraban era de él, se habían hecho socios unos años después de graduarse de la universidad y habían abierto un local donde vendían cerámica. Todo tipo de cosas encontrabas, desde vasijas a figuras de decoración.

"¿Te gusta alguna cosa?"

"Tú hyung, ¿estás a la venta?" bromeó.

"Estos pectorales aún tienen efecto por lo que veo" le siguió el juego.

"En realidad, quería algún jarrón para ponerlo en el ventanal. Decidí abrirlo de nuevo"

"Wow, ¿qué te tiene tan contento? ¿Abrir el ventanal? Se está tornando serio"

Sabía que para sus amigos era algo extraño aquel comportamiento que tomó luego del accidente, se había encerrado tanto en su miseria que creía que al no tener a la persona mas importante de su vida no merecía disfrutar de ella, porque ¿Por qué disfrutar de las cosas hermosas sino tienes una persona hermosa con quien compartirlo? Es por eso que había cerrado el ventanal, ese lugar que le entregaba la vista mas hermosa, aquella que compartió tantas veces con el amor de su vida, mientras creaban momentos 'inolvidables' que ahora, irónicamente, se habían desvanecido completamente, porque la vida era así, injusta, o al menos él la creía así.

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