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Era su primer trabajo como la Dra Monroe. Después de 5 largos años estudiando la carrera que tanto amaba la espera llego a su fin. Al tiempo de 6 meses se encontraba en la entrada del Hospital Mental Hartewood.

Las grandes puertas del lugar se abrieron y la pequeña de cabellera dorada entro haciendo el famoso "Click" con sus zapatos.

Ambar Monroe se destacaba por la belleza que irradiaba y no solo física, era tan buena que daba pena.

—Buenos dias.— mostró la mejor sonrisa que tenia.— Dra Monroe.— el guardia fijo su nombre en una planilla y le entrego sus llaves.—Que tenga buen día.— el guardia del otro lado hizo una mueca de confusion al ver a alguien tan amable por aquel lugar.

Ella quería mostrarse segura pero estaba muerta de miedo. Sus piernas temblaban con cada paso que daba y su piel se erizaba al entrar totalmente a aquel lugar que sería su hogar por algunos meses.

—Dra Monroe.— una voz gruesa hizo que saltara en su lugar.— no se asuste.— se dio vuelta encontrándose con el jefe de la instalación, el Dr Amadeo.

—¿Como anda?.— Ambar le estrecho la mano con toda la amabilidad y profesionalidad que tenia.

—Muy bien, ¿y usted?.— el Dr Amadeo la guió por algunos lugares claves de la instalación ya que aquel establecimiento era muy grande y en un día no iba a recorrerlo todo.

—Quiero que sepas que el paciente que se le otorgó es uno de los más difíciles y peligroso del hospital.— Monroe lo escucho con atención.— Tendrás tu sesión con el todos los días, dos veces al dia. Vas a tener dos oficiales en la puerta por si llega a ocurrir algo.— Ambar sintió como su estomago se removía.— casi me olvido... el paciente se encontrara siempre con la camisa de fuerza puesta, a menos que usted quiera lo contrario.— sintió un pequeño alivio.

—¿Por que es tan peligroso?.— se animo a preguntar.

—Es muy agresivo.— dijo simplemente.— tiene un historial muy complicado.—

—Entiendo.—

Sentía miedo. Tenia miedo de fracasar con su primer paciente, también la idea de tener al paciente mas peligroso del lugar le hacia querer correr de ahi.

—Ya organice todas mis cosas en mi habitación.— aviso parándose del lugar.— realmente agradezco la oportunidad que me están dando.— el Dr Amadeo la admiro mientras ella se acomodaba la falda negra.— mañana a primera hora voy a estar aquí.— salió de la oficina con pasos firmes.

Ambar por mas que pareciera la mujer mas madura y correcta del mundo era una mujer de 23 encerrada en el cuerpo de una niña de 17 años. Tenia tanta inocencia, amor y bondad. Parecía una pequeña criaturita del mas allá, fuera de lo real.

Malicious •C.R.O•Where stories live. Discover now