XXX. La reina de la Bratva

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Hermione

Hace apenas unos días que he vuelto a Moscú y ya se rumorea acerca de mi embarazo.
Eso es lo que detesto de ser una mujer mediática.
Todo el mundo quiere saber lo que me sucede.
De momento solo me interesa que esos viejos estúpidos dejen de molestar a Draco.
Desde que me fui a Londres han estado jodiéndole la vida con eso de que no estoy a su lado.
Bien.
Pues eso ha acabado.
La reina ha vuelto y no pienso irme otra vez.
_cariño ¿estás segura de que es el momento?
_no quiero que vuelvan a dudar de tí. Así que sí. Estoy segura, tienen que saber que hay opekun.
_esta bien. Entonces, es hora.
Tomo de la mano a mi marido y bajamos las escaleras.
Todos los socios de la Bratva rusa y alemana están aquí.
No he perdido la costumbre de llevar mi arma en la pierna.
Con estos tipos no hay que confiarse
_spokoynoy nochi (buenas noches.)
_Dobro pozhalovat' v nash dom, pozhaluysta, naslazhdaytes' vecherinkoy. (bienvenidos a nuestra casa, por favor disfruten de la fiesta.)
Algunos nos saludan con respeto, otros con desconfianza.
Toda nuestra escolta está atenta.
Hemos decidido utilizar una de las propiedades que dejó Lucius cerca de nuestra verdadera casa.
Jamás volvería a meter a tanta gente a la mansión.
No después de lo ocurrido en la boda.
Muchos de los socios se reúnen a apostar en el póker.
En cambio otros salen a fumar en el jardín.
Todos enfundados en elegantes trajes.
Algunos con sus esposas. Otros con mujerzuelas de quinta, mostrando demasiada piel para un clima bastante frío a decir verdad.
Invitan a Draco a unirse a una partida de póker.
Él me toma de la mano, invitándome a acompañarlo.
Se sienta en la ostentosa silla que le ofrecen.
Estoy tentada a quedarme de pie a su lado pero el parece tener otros planes para mí.
Me sienta en su regazo.
Todos los que están en la mesa me observan con desconfianza.
Una ronda de chupitos con un líquido transparente y brillante se sirve delante de cada uno de nosotros.
Draco los rechaza por mi, mientras una de sus manos se desliza por mi cintura hasta llegar a mi abdomen.
Todos empiezan a apostar mientras se beben el líquido brillante.
Draco también lo hace.
_no te puedo arriesgar a beberte algo tan fuerte en tu estado.
_mi estado y yo estamos perfectamente, Draco
_aun así. Tenemos que cuidar a nuestro retoño.
Asiento con una pequeña sonrisa en los labios.
El vuelve su mirada hacia la mano que sostiene las cartas.
Por lo que veo tiene una buena mano.
Mi marido gana está primera ronda.
La partida se reanuda y esta vez gana uno de mis socios.
Una nueva ronda de chupitos es servida y otra vez él la rechaza por mí.
Uno de los viejos hombres parece darse cuenta y empieza a cuchichear con el que está a su lado.
Vuelvo mi mirada hacia Draco.
El parece no darse cuenta, pero tiene una sonrisa casi imperceptible.
_como te gusta presumir.
Le susurró al oído.
_yo no estoy haciendo nada, mi lady.
_idiota.
Otra ronda más se juega y los chupitos son servidos a la vez.
Me he dado cuenta que es vodka.
_a este paso van a acabar borrachos en poco tiempo.
_deja que se diviertan.
El quita el chupito que me ponen en frente y se lo bebe.
Acaricia mi vientre.
Eso parece llenar de euforia a los que están cerca  nuestro.
Los vítores y aplausos estallan.
Draco nos lleva hacia la escalera.
_pozdravlyayu, pakhan. On nashel dostoynuyu korolevu, on dast nam zdorovyy opekun. (felicidades, pakhan. Ha encontrado a una digna reina, nos dará un saludable opekun.)
Uno de los viejos socios se acerca a nosotros y toma las manos de Draco con tanta devoción que me enferma.
Nos entrega unas llaves.
Qué por lo que entiendo son llaves de un avión privado.
Empezamos con las excentricidades.
No me sorprendería que alguno de ellos nos regale un león o algo parecido.
Otro de los socios se acerca a nosotros.
Y aunque no entiendo lo que dice le da un fuerte apretón de manos a Draco.
Llama a uno de sus hombres y este le tiende dos cajas de regulares dimensiones.
Este abre ambas cajas y deja ver dos preciosos revólveres.
Draco me anima con la mirada a tomar uno.
Cojo el que tengo más cerca, es un poco pesado.
Con el mango en un tono mate y algunas labores en él.
El hombre sonríe satisfecho.
Draco hace lo mismo.
Otro de los hombres que parece ser de los suyos nos libera el espacio hasta el fondo y nos insta a probar las armas.
Draco suelta un tiro.
Le da muy cerca del blanco que nos han puesto en frente. Solo por unos milímetros.
El hombre me mira con expectación.
No puedo evitar sonreír.
Apunto al blanco y aprieto el gatillo casi al instante.
Un sonoro estruendo corta el ambiente.
Le he dado.
Le he atinado al blanco sin siquiera acomodarme para disparar.
Todos me miran estupefactos por mi precisión.
Así es. Tengo una puntería bastante acertada, es casi imposible que falle.
Poco a poco empiezan a aplaudir.
Hasta que se hace ensordecedor.
_Da zdravstvuyet koroleva bratvy (¡viva la reina de la Bratva!)
_Da zdravstvuyet mat' opekun! (¡Viva la madre del opekun!)
Vítores y aplausos se hicieron escuchar.
Mientras mi marido sonreía orgulloso a mi lado.
Ahora las cosas irían mejor.
Teníamos una garantía que crecía día a día dentro de mi...

Lady Oscura || DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora