En el año de 1968, una epidemia invadió la Ciudad de Venus en Everise, un virus conocido como "La Maldición del Fénix" acababa con tu vida en cuestión de semanas, ¿cuales fueron las decisiones del gobierno en esos meses llenos de angustia y desesper...
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Era de noche, el despacho de la presidenta no estaba tan iluminada, mas que por una lampara en el techo de aquella habitación
La presidenta Anju Yuuki había citado a la Gobernadora de la Ciudad de Venus, Yukino Yukinoshita para entablar una conversación sobre la situación que en ese momento se estaba viviendo en la Ciudad de Venus .
— Presidenta Yuuki, comprendo que la situación esta yendo demasiado lejos, la epidemia podría contagiar a la ciudad entera en unos días, pero debemos ir con cautela, eso que usted me esta pidiendo, crear un centro especial para los contagiados seria un insulto a la dignidad de los ciudadanos de Venus
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Anju Yuuki le estaba dando la espalda a la gobernadora viendo los libros de aquel librero que se hallaba justo detrás de su escritorio manteniendo ambas manos detrás de su espalda.
— Gobernadora Yukino, no crea que no se como se sentirán los ciudadanos al obligarlos a vivir en esos centros, pero si no lo hacemos el virus se podría descontrolar, podremos usar los edificios de la secretaria de salud para ese propósito— Contestaba la presidenta a la vez que se daba la vuelta y colocaba ambas manos en su escritorio inclinándose un poco hacia la gobernadora
Anju: — Quiero lo mejor para el pais Yukino, desde hace 5 años que estoy en este puesto y nunca he dejado de pensar en esos niños que merecen un mejor futuro — Despegaba ambas manos del escritorio y camino a un lado del escritorio para recorrer su despacho alrededor de la gobernadora quien estaba sentada enfrente de su escritorio — Me he esforzado junto con mi equipo de trabajo para entregarles un país prospero, un país donde puedan ser grandes ciudadanos, ese es mi mayor objetivo en mi gobierno y lo deje en claro en mi toma de posesión, aun me falta un año de mandato y tenemos muchas, muchas cosas que realizar.
Llegaba hasta una ventana que había en aquella oficina
— Si ese futuro se llega a derrumbar por nuestra incapacidad de resolver este problema, jamas me lo perdonaría, estoy dispuesta a llegar hasta los últimos limites para que ese futuro se conserve, y para alcanzar ese futuro necesito el apoyo de todas mis colaboradores, entre ellas tu.
