CONFESIONES DE MEDIA NOCHE

☦ DE UN INFIERNO A OTRO ☦

- Hoy cumples un mes con Jesús, con el capitán del equipo, con el ojitos lindos, con el ¡Oh papi rico hazme un hijo!

- jajaja exageras - dije aún riendo- haces mucho drama Mel.

- ¿Mucho drama? ¡Estás con alguien de 5to y estamos en 3ro! ¡Eres la envidia del aula! Además Jesús es lindo contigo, te busca en los recreos, si no sales te trae algo del kiosko acá, te espera a la salida y carga tu mochila, se va contigo aunque él viva en sentido contrario... ¿Sigo?

- Ok, sí hay por qué hacer drama, está bien.

En verdad este mes había sido algo tan hermoso, él se comportaba como un caballero y me trataba mejor que a una reina. No tenía ni que esforzarme porque él hacía todo lo que yo ni esperaba que hiciera y hasta más.
Nunca imaginé que se sintiera tan bien eso de ser apreciada por alguien y aunque Jesús era muy atractivo, yo me encontraba muchas veces tratando de pensar en que era el "señor L" quien hacía lindas cosas por mí. Me sorprendía a mí misma pensando en cómo sería él como enamorado, en qué detalles tendría conmigo, en si un día le sería así de fácil amarme... Yo aún no me daba por vencida, en todo este mes no hemos hablado ni una sola vez, no me ha buscado y solo lo he visto correr a la cancha de fútbol unas cuantas veces.
Le he dado su espacio, solo es cuestión de esperar el mal movimiento de Yahaira, ella volverá a fallar, lo sé y aquí estaré para él.

####################

- Amor, hoy iremos con los chicos al parque después de clases ¿Quieres ir?

- Ummm sí, claro... - dije con poco entusiasmo pues cumplíamos un mes y él no había dicho nada, yo menos. Así que le seguí la corriente y acepté ir con él.

Jesús era un chico bastante sociable, muy listo, se arreglaba muy bien y tenía una pinta que infundía tanta seguridad en él.
Él sabía que era atractivo
¡Dios, todos lo sabían!

####################

- Parece que tus amigos no han llegado aún - comenté.

- Seguro no demoran... Igual y antes de que lleguen quisiera decirte que estas semanas han sido muy agradables, me gusta conocerte. Eres muy divertida, alegre , sociable, tienes un lindo carácter para tratar a los demás y eres muy segura.

- No, No, No... Acá el rey de la seguridad eres tú - le interrumpí.

- Bueno, entonces somos la pareja SEGURIDAD - dijo riendo.

Yo adoraba verlo sonreír, se ponía aún más lindo y jovial... La cercanía con él era muy acogedora.
Me gustaba dejarme tratar tan bien... Podría acostumbrarme a esto.

- ¡TE QUIERO, LEAH! - dijo de la manera más honesta posible y yo me fundí en su mirada hechicera sin ni siquiera poder pensar , asimilar o evitar decir ...

- También te quiero... - respondí aún mirando fijamente sus ojos que me hicieron responder de una forma automática... De pronto lo vi acercarse para unirnos en un delicado beso.

¡¡¡¡¡Nooooooo!!!...
¿Qué estoy haciendo?
No puedo tener estos sentimientos, se supone que esto es por el "señor L"
Uno no se enamora de dos personas y menos lo haría de la manera en cómo amo yo a ese chico que no es mío pero del que siento que su alma me pertenece y la mía a él...
Si existen las almas gemelas pues la mía nació condenada a ser suya. A servirle y cumplirle en lo que él disponga.

Yo no sólo lo amaba... Yo lo anhelaba, lo idolatraba, lo necesitaba.
Sentía cómo cada célula de mi piel reaccionaba a su mirada que sin decir nada me decía que me deseaba, a sus caricias que recorrían mi cuerpo con experiencia y apropiándose de cada espacio, de su voz... Esa voz que se permitía salir mientras él mordía suavemente el lóbulo de mi oreja cuando me tomaba de espaldas y su voz me iba dando indicaciones y diciendo palabras seductoras de manera tan cadenciosa como libidinosa...
¿Cómo podía yo no ser suya?
Si él había condenado a mi alma al infierno del deseo.
Si él había condenado a mi alma a la sumisión perpetua por sus besos y caricias.
Si él había condenado a mi alma a idolatrarlo y amarlo por siempre...
Yo ya no era mía, yo era suya.

- ¿Estás bien, Leah? - preguntó Jesús.

- Sss... Sí... - dije nerviosa.

- Me alegra que sientas lo mismo que yo.

En ese momento sacó un corrector y escribió en la banca donde estábamos sentados: "LEAH Y JESÚS FOREVER" encerrándolo en un corazón.

Sentí cómo mi corazón se estremeció y el reclamo de una traición me zumbaba en los oídos...

Me sentí triste de sentirme tan bien con alguien que no era el "señor L"...

Yo no debía enamorarme de Jesús...
No debía...
No podía...
No lo estaba...
¿ O sí ?

*******************************
NOTA

Sigue leyendo y deja tu voto 💛😘