Amor a distancia.

Capitulo 17: Luis...

Llegue a mi casa después de correr, me di un baño y me coloque mi ropa para dormir.

-Ali puedes bajar un momento.- dijo mi mamá entrando a mi habitación.

-Deacuerdo.- dije sin mirarla.

En verdad no quería bajar, tenia miedo a lo que me dijeran, no se si es que me dan malas noticias o buenas... no lo se, solo no quiero ir...no quiero, pero tengo que ir.

-Alicia toma asiento.- dijo mi papá sentado en la mesa de la sala, a su lado mi mamá y yo al frente de ambos.

-¿Que sucede?.- dije don la voz entrecortada.

-Pues me llamaron del trabajo.- silencio.- ... nos iremos en 3 días.

Mi mundo se callo por completo, no tendría ni una semana para disfrutar con Daniel, ni con mis amigos... mi mente esta en blanco.

-Alicia, tu sabes que estas cosas son impredecibles, como sabríamos tu papá y yo de esto, también nos a chocado un poco...- la corte.

-¡CHOCAR!.-alce la voz.-ustedes no saben que es eso, por que seguirán juntos.- me pare de la mesa apretando mis puños.- yo...iré sola.- se callo una lágrima, pero no de tristeza, sino de impotencia.

Después de decir eso, salí corriendo a la calle, quería estar sola, no quería ver a nadie.

Tome un bus a el estudio de ballet , quería alejarme de todo y de todos.

Lleguen al estudio, Prendí las luces y me puse mi ropa para bailar que deje en mi casillero. Prendí la musica, dejaba que mis pasos fluyan pero cada pisada que daba era con fuerza, intentando descargar toda mi molestia,  cada vez mas rápido, los pasos mas fuertes mas energía en mi, mas dolor y sentimiento en el baile, lloraba mientras bailaba, ya que dicen que cada baile expresa una historia... la mía no es necesaria decir, creo que todos la entenderían, y si no lo saben pues mi historia pronto sera... el amor a distancia.

-Lo haces muy bien, para tu corta edad.- dijo un chico que bajaba las escaleras del segundo piso.

-Gracias.- dije respirando de cansancio.

-Pero te falta algo importante en tu baile.- dijo acercándose a mi.- el ritmo.

Puso una canción que no era de ballet, sino mas urbana, comenzó a bailar, sus movimientos eran hermosos, fluidos se notaba cada parte de su cuerpo en movimiento constante, se veía como lo gozaba.

Tomo de mi mano y me dio como señas de que lo siguiera, ambos al mismo ritmo, gozando, sentía como la musica fluía naturalmente...fue increíble.

-Tu podrías bailar fácilmente cualquier canción, me lo has demostrado.- paro de bailar.

-Pues gracias.- Sonreí tímidamente.

-Te e estado observando en tus clases de ballet.- extendió su mano.- me llamo Luis.

-Alicia.- correspondi.

-Bueno quieres ir a comer algo, yo invitó.- tomo su maleta.

-Claro.- no quería ir a mi casa, eran las 8 de la noche...

Subí a su carro y fuimos a un restaurante cerca, era un bar pero no tan grotesco, habían bastantes jóvenes y un karaoke enorme.

-Que les sirvo.- se nos acerco un joven para atender en la barra.

-Yo una margarita, ¿y tu?.

-Yo no tomo.- me sonroje.

-Si claaaaro.- dijo sarcástico.

El ordeno una margarita para mi también, fue muy divertido estar con el, hablábamos de el baile y de nuestras oportunidades, musicas o géneros favoritos, etc...

-No te animas a cantar.- dijo mirando el karaoke.

La verdad no quiero presumir, pero canto muy bien, siempre me lo en dicho mis papás, o soy alguien que le guste llamar la atención...

-Si hay una de Ellie Goulding me animo.

El se paro y busco en los álbumes que habían.

-Aquí.- dijo victorioso.

Puso I Know You Care, una lenta pero hermosa, con mucho sentimiento.

Tome mi margarita de un trago y me pare, los chicos me aplaudían como echandome ánimos, sonó la pista y empecé.

<<Genial>>, <<Wuuu>> escuche que deciden cual termine de cantar.

-Eres estupenda.- dijo Luis

No puede evitar ponerme roja de la vergüenza y de mi timidez.

Después de eso, y unos tragos mas me llegó a mi casa, quedamos en salir nuevamente, le di mi Whatsapp y entre a mi casa, algo mareada lo admito, no me importo, una noche feliz era lo que necesitaba.

Eran las 12 de la noche, mis papás ya dormían, entre a mi cuarto encendí la luz u me pegue un susto.

-¿Donde has estado? Y quien era el que te dejo.- dijo Daniel apoyado en una columna de mi habitación.