❛ 𝐇𝐀𝐘 𝐌𝐔𝐂𝐇𝐀𝐒 𝐂𝐎𝐒𝐀𝐒 que no recordamos, ni la silueta de él, ni la de nadie más. ❜
❙. Donde la tripulación de los Sombreto de Paja intenta descifrar cómo es que su caótico capitán logra ser tan él, tal vez, con un poco de ayuda.
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SABO ACABÓ DE ACARICIAR las suaves hebras azabaches de su hermano menor con una pequeña sonrisa, y luego de dejar una nota en la mesa junto a la camilla salió de la habitación, cerrando la puerta atrás de sí para que Luffy pudiera descansar adecuadamente, si es que en realidad estaba descansando. Soltando un suspiro colocó su sombrero sobre su cabeza, y observó el mar que se extendía hacia todas direcciones.
— ¿Ya te vas?
Zoro tenía los ojos cerrados aún, recostado en el suelo junto a la puerta de la enfermería. Había esperado que Sabo saliera no para entrar, sino para hablar con él, de lo contrario se habría ahorrado la molestia de iniciar una conversación innecesaria. El espadachín no daba más de lo necesario a personas que no llamaban su atención, así que sentirse un poco halagado era válido para el joven rubio.
—Le prometí a Dragón-san que no me tardaría mucho después de enviar a Katashi —explicó, sintiendo algo de pena por tener que irse antes de que Luffy despertara—. Ya han pasado dos días desde... esto, y me necesitan para decidir como comandante.
—No quieres irte antes de que Luffy despierte —supuso, y apenas abrió su ojo bueno para ver cómo apretaba los puños en frustración al verse descubierto, luego volvió a cerrarlo—. Estará bien.
Sabo lo observó sin darle mucho reparo a su apariencia, sino más bien a sus palabras.
—Sé que ustedes lo cuidarán —señaló, sin temor a admitirlo en voz alta de nuevo—. Se los dije en Dressrosa, puede ser un poco difícil de tratar, pero... cuiden de él.
Zoro sonrió ante el recuerdo, y tal cual como lo hizo en el pasado, soltó una risa. Se ganó una mirada confusa por parte del rubio, y levantó un poco la barbilla.
—Dijiste lo mismo que Ace —explicó—, otra vez.
—Supongo que compartimos la misma neurona de hermanos mayores —resopló, encantando por las palabras del peli verde.
La idea de que Ace en el pasado les pidió lo mismo fue, de cierto modo, gratificante para él. Imaginarlo pidiendo que cuiden de el inminente desastre que significaba Luffy le causó un revoltijo de ternura en el corazón. Siempre se preocupó tanto por él.
