INCUBUS [Taekook]

04.

El pelirrosa se mantenía sentado, teniendo entre sus piernas a su tierno felino mientras esperaba a Jungkook salir de su sanitario.
Cuando al fin salió de ella, pasó a lado de Jimin a la vez que le daba ciertos mimos a la mascota.

-Entonces me estás diciendo que; ¿hay un ser maligno viviendo contigo? ¿No es eso genial?

Más el pelinegro resongó.

-¡Estás loco! Para tener cara de inocente eres realmente lo contrario.

Jimin sólo se le quedaba viendo con cierto desinterés, más las palabras de Jungkook eran casi erróneas.

-No, pero cada que estoy con Yoongi; cuando es su turno de contar algún chisme o algo por el estilo siempre termina hablando sobre cosas como esas. Me llegó a interesar más no soy un experto como ese bombón.

-Si es así, ¿podría ayudarme junto con Namjoon?

-Eso es obvio, ¡por él; encantado!

Dicho esto, Jungkook se alistó de manera rápido para llegar a la universidad lo más pronto posible.

-¿Listo?

-¡Oye! Sabes que una de las reglas existenciales es no moverse hasta que el gatito se pare de aquí, ¿a caso no tienes mascotas?

Más la pregunta salió de sobra cuando Jimin vió a Jungkook tomar un sobre de comida de su mueble, volviendo loco a "mochi" y yendo tras él para que se lo sirviera.

-No tengo pero sé de ellos. Andando.- Jaloneó al mayor.

Con un pequeño mohín en los labios por parte del pelirrosa fue que tomaron su mochila cada quien y así poder bajar las escaleras, despidiéndose de los padres de Jimin y partiendo hacía la puerta.

-Cabe mencionar que Yoongi siempre viene por mí pero que no te intimide, sólo es su cara hehe.

Al abrir la puerta era lo pre-dicho, ahí se encontraba el peligris recargado en la pared con un aura realmente intimidante más todo rastro de aquello desapareció cuando la madre de Jimin salió para saludar.

-Buenas tardes señora Park, ¿cómo ha estado su mañana?- Preguntó con la más radiante sonrisa y lo increíble era que no fingía aquella faceta.

-Siempre tan educado, por favor; cuiden de mi hijo a la vez que lo hacen ustedes.

Ambos jóvenes asintieron y marcharon. Mientras mantenían el paso hacía la escuela, Jimin decidió romper el hielo.

-Yoongi hyung, Jungkook me contó que tiene como una clase de...¿visita? por parte de un "ser maligno" ¿no te interesaría investigar sobre eso?

El peligris escuchaba atentamente las palabras de su amado, al terminar de oír la última palabra fue que volteó hacía Jungkook y aunque su rostro mostraba desagrado; realmente era interés.

-Suena interesante, le entro.

-¡Yeeees! Sabía que dirías que si.- Los ojos brillantes que emanaba Jimin hizo atraer a ambos jóvenes.

Más Jungkook recibió un par de sapes por parte de Yoongi al captarlo viéndolo también.

-Bien, al llegar a la escuela debemos ir con Namjoon para contarles exactamente lo que sucedió.

Avanzaron un par de minutos antes de llegar y justo cuando lo hicieron, los tres pares de ojos se encargaron de localizar a Namjoon para ponerse de acuerdo a la hora de descanso.

-Justo allá.

Jimin fue el primero en hallarlo, viéndolo desde lejos como conservaba con aquel chico de hombros anchos antes visto.

-¡Namjoon!

El moreno volteó hacía el trío a la vez que alzaba una mano en son de saludo y acercándose a ellos.

-Yo debo irme, necesito ir a mi salón.- De pronto comentó el chico junto a Namjoon.

-No nos tomará ni dos minut...-

Sus palabras sólo fueron cortadas al ver al chico irse sin más.

Inhaló profundo ante aquello, Namjoon cree que Seokjin actúa extraño desde que lo encontró con Jungkook.

Al sentir la mirada de sus compañeros fue que pudo salir de trance.

-¿Y bien? ¿Qué hay de nuevo?

-¿Qué hay de nuevo contigo? ¿Por qué esa cara? ¿Interrumpimos algo?

Preguntó Jungkook con picardía, recibiendo otro sape por parte de Namjoon.

-Nada fuera de lo común, ¿amigos?

El pelinegro casi olvidaba ese detalle.

-¡Cierto! Él es Jimin y él de acá es su novio Yoongi.

El aura con el que saludó Jimin fue muy distinto al de Yoongi. Bien dicen que los polos opuestos se atraen.

-Un gusto, Kim Namjoon. ¿Entonces? A la hora de descanso en la biblioteca, ¿de acuerdo?

Justo en el momento el timbre sonó, partiendo cada quien por su lado a excepción de Jimin y Jungkook; quienes iban en el mismo grado.

Las clases partieron normal, la intriga que mantenía Jungkook era enorme pero al saber que tenía ayuda por parte de dos grandes en el tema de una forma u otra le tranquilizaba.

✖️

A la hora de descanso ambos amigos fueron hacía la biblioteca, encontrando tanto a Namjoon como a Yoongi leyendo un par de libros y compartiendo ideologías.

-Sabía que estaría entrando tan a fondo en este tema al momento en el que no lo ví en la puerta de mi salón.- Comentó Jimin.

Jungkook rió ante cruel comentario al mismo tiempo que entraban al pequeño salón.

-¡Oh! Ya llegaron, no nos dimos cuenta.

-Eso lo notamos perfectamente.

Jimin tomó lugar a lado de Yoongi mientras éste le explicaba un poco de lo que habló con Namjoon.

El moreno le explicó brevemente a Jungkook varios conceptos por el cual le sucede lo que lo sucede.

Más la sorpresa se agrandó cuando el menor le mostró el pequeño símbolo que tenía en el brazo.

-Y-yoongi, deberías ver esto. Maldición.

El peligris, al notar aquel símbolo fue que abrió los ojos enormemente a la vez que se acercaba a su brazo para inspeccionarlo aún mejor.

-Esto tiene que ser joda.

Jungkook estaba un poco desorientado, no sabía que tan grave era esto.

-¿Q-qué pasa?

No quería oír la respuesta pero otro lado de su mente si quería oírla.

Que masoquista.

-Jungkook, estás marcado.

-¡¿Qué?!

-Tranquilizate, ¿de acuerdo? Lo que tienes en tu brazo es una especie de sello de territorio.

-¿Q-qué quieres decir?

Yoongi y Namjoon se dieron miradas desaprobatorias mientras que Jimin mantenía la mirada perdida.

"¿A caso también sabía de algo?" Pensó Jungkook.

-Que de un modo u otro ya sea; triste o feliz, optimista o miedoso, sano o herido...

...siempre serás de él, inclusive estando vivo o peor aún; muerto.

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B.L.S.