El pasado juega de nuevo.

13 1 0
                                    

Alex. ¿Qué hacía él aquí? Lo último que supe de él era que se había ido a Madrid a vivir con su tía.

No sabía cómo reaccionar ante aquella situación. Tenía unas ganas enormes de hacerle mil y una preguntas sobre lo nuestro y lo que había estado haciendo hasta ahora desde su marcha.

Estaba ahí delante de mí, a unos metros, hasta que nuestras miradas se cruzaron entre la gente, nos miramos unos segundos hasta que sonrió y me saludó. Aquella situación me parecía absurda, subrrealista, pero intenté parecer natural.

Me giro hacía Chloe y siento como mis ojos están turbados por las lágrimas contenidas ante aquella situación sin sentido.

Hace tan solo dos semanas que me había prometido no soltar una lágrima más por él, por su abandono. Personalmente creo que ya habían sido suficientes hasta el momento.

Siento la mano de Chloe en mi espalda, sonrío forzadamente y comienzo a caminar decidida hacía la entrada de la bolera, donde se encuentra Alex con sus amigos.

-Vamos Chloe, ¿qué hacemos aquí petrificadas?-pregunto sabiendo de antemano la respuesta a esta pregunta.

-¿Estás segura de querer quedarte aquí?-me pregunta Chloe dudosa- Ya habrán más oportunidades de ver a Matt -me sonríe un poco dudosa y también nerviosa.

Asiento decidida. No iba a permitir que nadie me arruinara mi tarde de bolos, y mucho menos un capullo que me había dejado sin explicación alguna seis meses atrás.

-Claro que quiero estar aquí, nadie lo va a impedir, ¿o sí? -lo solté de manera retórica y con un tono un tanto borde. La cogí de la mano y la hice andar hasta la entrada de la bolera. Ni yo misma sabía el por qué de aquel arrebato de valentía y decisión momentánea.

Llegamos a la entrada y sentí como todos y cada unos de sus amigos me miraban escrutando hasta el último detalle en mí, la de un chico desconocido para mí y por último la suya.

-Hola Payper -dijo antes de que yo terminara de llegar a la entrada.

Me giré y me enfrenté a todas esas miradas absurdas. Cada cual más repugnante, excepto una. Eran unos ojos verdes que no se apartaban de mí. Y que en aquel momento no me hacía una idea de las veces que tendría esa mirada a centímetros de mí.

-Hola Alex -dije seria- Pensaba que en Madrid te querían más que aquí, pero ya veo que no es así, me equivocaba -sonreí triunfadora, o al menos eso creía.

-Claro que me querían por Madrid, pero me habían dicho que ya habías gastado tus lágrimas por mi marcha y eso tenía que verlo con mis propios ojos -sonrió dando por concluída mi derrota.

Respiré hondo, apreté los puños a cada lado de mi cuerpo. Cerré los ojos para que las lágrimas no siguieran el camino equivocado.

-Vete a la mierda Alex, ¿no te vale con todo el daño que me has hecho hasta ahora? Te podrías haber quedado en Madrid. Al menos ha... -me quedé callada de golpe al ver como se acercaba hacía mí lentamente...

A cada paso que daba hasta donde yo me encontraba, mi cuerpo temblaba.

Se detuvo a escasos centímetros de mi cuerpo.

-Venga Payper, sólo he venido a hablar y a arreglar las cosas contigo - dijo en un tono en el que sólo podía oirle yo.

-Yo... Yo... Yo no tengo nada que hablar contigo Alex. Te marchastes tú sin más. No hay nada más que decir. Fue tu elección, no la mía -dije medio tartamudeando.

Me giré, pero me sostuvo del brazo.

-¿No quieres al menos una explicación a todo esto? -me preguntó. Tenía una mirada arrepentida, lo sabía porque le conocía bastante bien. Cuatro años daban para mucho.

Negué sin pensármelo dos veces.

-No, yo al menos no te estoy pidiendo explicación alguna de tus actos, ¿o sí? -le lancé una mirada acusadora- Si le quieres dar explicaciones a alguien, dáselas, pero a mí no. No las quiero, gracias. Y ahora suéltame. He venido a pasar una tarde de bolos con Chloe, no a verte la cara de idiota con la que acabo de dejarte.

Di la vuelta y me encaminé para adentro, dejándole ahí con cara de idiota.

Le sonreí a Chloe, dándole a entender que estaba bien, pero ella sabía que no, que por dentro me estaba muriendo.

-Muy bien plantado, P. No sé quién se creerá éste idiota viniendo sin más -me dijo acariciándome la espalda a modo de intentar calmarme.

Me había quedado agusto soltándole aquello. Pero hubiera preferido no pasar por aquel mal trago en ese instante, ni nunca.

Me dirigí al baño sola, mi necesidad de refrescarme la cara era inmensa, no me encontraba nada bien.

No entendía qué cojones hacía él allí. No lo entiendo. Si se había ido, no tenía que haber vuelto, que se hubiera quedado en Madrid.

Veo el reflejo de Chloe en el espejo, apoyada en la puerta de la entrada del baño. Sonríe levemente.

-¿Cómo estás? -se acerca hasta mí.

Niego despacio, con la cara descolocada, lo notaba en su rostro y su expresión.

-¿Por qué, Chloe? ¿Si no me buscó en su momento, por qué lo hace ahora, seis meses después de toda la mierda que llevo encima? ¿Eh? ¿Me he portado tal mal con alguien para pagarlo de esta forma? Estoy tan cansada Chloe... -la miro agobiada, desesperada.

Se acerca lo suficientemente para rodearme con sus brazos y abrazarme tiernamente.

Rompí a llorar sin poder contener todas y cada una de las lágrimas que caían por mi rostro.

-Vámonos, anda. Aquí no hacemos nada. Ya he hablado con Matt y hemos quedado para tener un estupendo y maravilloso desayuno juntos mañana -dice contenta.

-Me alegro Chloe, te lo mereces -sonrío con total sinceridad- Vamos, necesito salir de aquí.

Salimos del baño y nos disponemos a salir de la bolera, cuando Alex se acerca con la cara descompuesta.

-Payper, escúchame un segundo, por favor -me suplica.

Le miro sin expresión alguna.

-Dime Alex, ¿qué quieres?

Niega un tanto desesperado, sin poder apartar su mirada de mi rostro.

-Lo siento de verdad, te lo digo con total sinceridad, P. -me dice- Déjame que hablemos esta noche, me paso a por tí y vamos a cenar y hablamos. De verdad, necesito que me escuches.

-Está bien, dejaré que me des explicaciones, pero cuando las oiga me dejarás en paz, ¿entendido? -le digo tajante.

-De acuerdo, si es lo que deseas, lo haré -asiente un tanto triste.

-Nos vemos esta noche a las nueve y media en mi casa. Hablaremos las cosas y tan tranquilos Alex. No quiero que me busques más. -me giré y me fui sin esperar respuesta alguna.

No entendía que acababa de hacer, pero si sabía que algún daño colateral me causaría...

Buenas chic@s, espero que este capítulo os haga engancharos un poco más a mi historia y que disfrutéis con lo que leéis.

¿Qué pasará en la cena con Alex? ¿Lo arreglarán? Pues a ver que pasa :$.

Besitos y abrazos desde mi rincón de escritura :*.

Ni contigo, ni sin tí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora