[10] Ella intentó lastimarla

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"Todo es fácil para ti, solo eres un dulce, tu único propósito es que te coman"

El viaje hasta el castillo de mi padre se me hizo eterno y ello no ayudaba a mis nervios, incluso las bromas de Oliver no lo hicieron más agradable. Intente concentrarme en el paisaje que mostraba la ventana, pero mi vista no podía mantenerse quieta, paso de los verdes arboles a los arbustos que había escondidos, de ellos a las diversas flores que decoraban la pradera a lo lejos y al final, entraron hacia el carruaje, fijando su mirada en la portada del libro que traía Jane entre sus manos.

A simple vista, parecía concentrada en la historia, pero podía notar como jugaba con su pañuelo debajo de su libro, ella estaba nerviosa, todos lo estábamos y eso no me tranquilizaba. Ellos conocían a mejor a mi padre que yo, sabíamos de lo que era capaz y el hecho de que estuviésemos viajando directo a su castillo habría la posibilidad a que tu mente viajara por todos los escenarios ficticios posibles, en palabras más sencillas: voy directo a la boca del lobo.

Antes que pudiese darme cuenta me vi frente al gran castillo de mi padre, la puerta del carruaje estaba abierta y Oliver me estaba extendiendo su mano para ayudarme a bajar, pero por algún motivo solo me quede quieta, mi cuerpo actuaba por sí solo, como si me advirtiera que era mejor quedarnos en el carruaje.

—Amelie... Es hora de entrar. —Al ver su sonrisa pude sentir la confianza necesaria para tomar su mano, claro que antes mi mirada viajo hasta la de Jane, quién solo asintió con la cabeza confirmando lo que decía Oliver.

Ya era momento de bajarme del carruaje, ya era momento de enfrentarme a él.

Baje con cuidado y pude ver como un caballero real se acercaba a nosotros, ladee mi cabeza mientras le observaba con cuidado, la sonrisa en su rostro parecía genuina así que no esperaba que fuese mala persona. Cuando llegó a nosotros hizo una pequeña reverencia hacia mí, antes de saludar a Oliver con un apretón de manos.

Pude sentir como la presión en mi pecho disminuía lentamente y comencé a caminar con la cabeza en alto, puedo ser pequeña, pero no soy una cobarde, no voy a esconderme detrás del vestido de Jane o de la espada de Oliver. Si debía entrar, lo haría por cuenta propia. Así debía de ser.

No tuve necesidad de abrir empujar la puerta, pues esta se abrió mucho antes de que mi mano llegase a la manija dorada. Una corriente fría recorrió todo mi cuerpo al mismo instante en que puse un pie en su castillo, mi mirada viajo por todo el salón, cuando sucedió la fiesta de... bueno... tan solo la llamare "aquella vez", pues es muy doloroso recordarla.

Aquella vez, no centre mi vista en nada, es por lo que me sorprendí por lo lujoso de los muebles, por las brillantes alfombras, por las grandes lámparas de cristal... era mucho más ostentoso, hasta los floreros eran de un dorado brillante, era un gran contraste con el Castillo de Invierno, pero... el hecho de que todo estuviese tan perfectamente en su lugar daba la impresión de que nadie vivía en este lugar. No importaba la gran cantidad de retratos que pudiese haber en uno de los pasillos con los rostros de lo que fue la familia real desde su inicio, todo estaba estático, como una fotografía.

Admiraba la capacidad de mi padre para crear lujosos escenarios, pero le faltaba la calidez, ese sentimiento que llena tu alma y cuerpo al entrar a una habitación viva, a una habitación de recuerdos y emociones, que transformaba simples objetos en un hogar.

Desvíe mi mirada por cada objeto mientras me centraba en mis pensamientos, pero uno de ellos llamo mi atención, se trataba de Rosemary, ella estaba a la mitad de las escaleras cruzada de brazos, podía notar como su ceño estaba fruncido y el rojo de sus labios haciendo una mueca.

Su vestido era un tono más oscuro que sus labios, habían bordados de color dorado que sin duda le otorgaban elegancia, pero era una mezcla común y simple, además, lo primero que se te viene a la cabeza al verla, son las alfombras del palacio, pues tienen exactamente la misma paleta de colores que ella.

Segunda Vida Para Amelie [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora