Jane entro a mi habitación tan rápido como mi padre se fue.
—Mi linda princesita, ¿Te sientes bien? —Asentí con la cabeza.
—Jane, ¿tú crees que mi padre se puede lastimar?
—¿Él? Mais c'est un mons... [Pero si él es un monstru...] —Dio un pequeño profundo suspiro. —Amelie, ven aquí. —Camino hacia mí y luego me alzo en sus brazos. —Tu padre es una persona que ha pasado por muchas cosas, no creo que algo le pueda lastimar, aunque no deja de ser humano. —Me acostó nuevamente en la cama. —¿Te preocupa lastimarlo?
—Sí... creo que fui algo pesada con él, hasta me trajo un libro. —Se lo enseñe con una pequeña sonrisa que parecía más una mueca. —Él dijo que quería conocerme mejor... ¿Qué piensas?
—Eso es algo bueno, está demostrando que quiere recorrer el largo camino que les queda como padre e hija. —Acaricio mi cabello con cuidado antes de sentarse en la orilla de la cama. —Sé que puedes sentirte intranquila estando con tu padre y sus acciones no te han ayudado a quitar tus temores, pero no hace daño darle una oportunidad, a tu madre le gustaría eso.
—¿Sí?
—Es solo que, el rey ha cambiado mucho desde que lo conocí y tu madre no estuvo exenta de cambios... pero es diferente, nunca dudé en apoyarla. —Dio un leve suspiro. —La conocí desde que tengo memoria, siempre estuvimos juntas y... aunque me duela, sé que ella querría que tuvieras una buena relación con su padre. —Sus ojos se estaban humedeciendo, pero antes de que pudiese decir algo ella me abrazo. —Es una pena que los Altos Condes no sean capaces de verlo.
—Gracias por estar aquí, Jane. —No dude en devolverle el abrazo, sabía que ella lo necesitaba mucho más que yo. —Voy a intentar hablar con mi padre sobre hoy...
A pesar de todo lo que había sucedido, ella se quedó cuidándome, no había nada que demostrara más lealtad hacia mi madre que eso, así que confiaba en lo que decía. Mi meta no es solo sobrevivir al destino que se me ha impuesto, sino que quiero hacer un cambio, Amelie se merecía una oportunidad de ser feliz.
Luego de haber conversado con Jane, mi preocupación había disminuido, era verdad que habría exagerado un poco con mi reacción, pero no era capaz de explicar por qué me había alterado tanto. Me era extraño no ser capaz de controlar mis emociones, aunque no debía ser muy dura conmigo misma, sigo siendo una niña.
Durante el día intente hablar con mi padre para arreglar el mal entendido que habíamos tenido, pero fue imposible, los Altos Condes lo mantuvieron en la oficina de conferencias hasta la mañana siguiente, cuando pase por frente a la oficina, solo se escuchaban voces fuertes y pasos cruzando de un lado a otro, así que no quise interferir, no debía ser una adulta para saber la diferencia de cuando habían problemas y cuando no.
Al día siguiente, desperté con mucho mejor ánimo, estaba decidida no solo a comenzar a leer le libro de esgrima, sino que a hablar con mi padre. Ya no buscaría alguna forma de justificarme por mi cambio de opinión sobre él, debía de disfrutar la oportunidad que se me había dado para salvar a Amelie, así que ignoraré mis dilemas morales por ella, para protegerla como debieron de haberlo hecho la primera vez.
Aunque intente ir a verle a su oficina en varias ocasiones, esta se mantenía cerrada, si acercaba mi oreja al borde de la puerta era capaz de escuchar una que otra voz, lo más seguro es que mi padre estaba con los Altos Condes, lo que no me esperaba era que fuese de la misma forma por cuatro días.
—Por favor... —Cruce mis dedos mientras intentaba escuchar lo que sucedía al otro lado de la puerta.
Ese día me levante super temprano con la esperanza de poder ver a mi padre antes del desayuno, pero simplemente no salía de su oficina y si lo hacía, debía de ser cuando yo ya estaba dormida, de vez en cuando llegaban señores con el cabello lleno de canas, trajes negros y un montón de libros entre sus manos, por la actitud que tenían al verme no era difícil adivinar que se trataban de los famosos Altos Condes.
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Segunda Vida Para Amelie [EDITANDO]
FantasySegunda vida para Amelie, fue creada para un trabajo del colegio, pero con el pasar del tiempo se convirtió en algo mucho más grande, mucho más importante para mí. Sus personajes poseen parte de mi alma, parte de mi vida y parte de mis emociones re...