La mayoría de la gente que había asistido al gran evento, ahora se encontraban alrededor de los restos de lo que fue una enorme carpa, que se incendio la noche anterior, solo minutos antes de la última función.
El tan aclamado Circo De La Luna, no era mas que cenizas esta mañana. Los artistas se lamentaban pues se habían quedado sin trabajo.
—!Fueron ellos papá¡ —grito un niño señalando a los tragafuego— Yo los vi.
El niño es el hijo del dueño del circo, y este venía atrás junto dos policías.
—!¿Quien quemó mi circo?¡ !!QUIENNNN¡¡ —El dueño estaba rojo de furia.
—Pa fueron ellos, yo los oí diciendo que quemarían este lugar —Se empezaron a oír murmuros en toda la zona. A la gente le parecía obvio, que los que presentaban un show con fuego, hubieran provocado el incendio.
—!Guardias ARRESTENLOS¡
Los dos policías fueron y esposaron a los dos artistas, hermanos, un chico y una chica.
—ESPEREN — dice la chica después de salir del estado de shock —No somos los únicos que manejan fuego... También lo hace el domador de bestias.
El domador tenía un acto, en donde hacia saltar un tigre a través de un círculo en llamas.
Todos voltearon a mirarlo y el público volvió hablar. El tipo era conocido por siempre andar borracho, por lo tanto le tenían poca confianza.
—Además, nosotros no estábamos en la carpa al momento del incendio, estábamos afuera saludando a los que venían a vernos. —el chico se excusaba.
La gente hablaba y el dueño del circo actuó.
—Guardias soltarlos, agarrenlo a el.
Igual que con los hermanos, hubo gente que estuvo de acuerdo y otra que no. "El no tenía necesidad de hacerlo" gritaban algunos defensores.
Antes de que lo esposaran, el domador habló.
—Cometen un error, yo si utilizo fuego, pero solo al momento del acto. Los materiales los maneja mi asistente —pronunció mientras volteaba a mirar a un joven. —El se encarga de guardar y preparar las cosas que utilizo !¿Por qué yo quemaría mi trabajo?¡
Ante la duda, los presentes expresaban su opinión, ahora, todos veían al joven, un chico moreno de 19 años.
"SI ES EL, SOLO MIRENLO" grito un hombre y al instante todos empezaron a gritar culpando a joven.
El chico no se lo creía. Los guardias lo esposaron y lo llevaban a la comisaría. Gritaba y lloraba, !yo no fui, se los juro¡ pero nadie le creía, no tenía ninguna coartada.
—Te prudriras en la carcel bestia —dijo el dueño.
Sin pruebas, con sólo una suposición arrestaron al chico.
El afán de culpar a alguien y el hecho de ser la única persona de color ahí presente fueron sus mayores enemigos.
Y asi todos se fueron, el cirquense se fue con su hijo, ese que quería trabajar en el circo pero que su padre no dejaba, y que en secreto, jugó con los instrumentos de los artistas y por error quemo una cuerda que provocó el mayor incendio del año 1900.