Barro y Sangre: Soldado del Reich

Capitulo 3 - La calma tras la tormenta

Capítulo 3

La calma tras la tormenta.

Decidimos retirarnos, nuestro escuadrón ya no estaba en condiciones para enfrentarnos en otra batalla.

Al volver al puesto de avanzada el primero en recibirnos fue Mark

- ¡Werner! ¡Has vuelto! ¿Y los muchachos? – me grito Mark con una sonrisa que no tardó mucho en volverse una cara de desilusión.

- Nos emboscaron... no pudimos hacer nada por ellos... - le respondí con una notoria tristeza y amargura.

- Eso significa que... -

- Exacto, somos los únicos que quedan del 3er escuadrón – respondí sin siquiera poder mirarlo a los ojos.

- ¿su... sufrieron? – pregunto Mark con la voz ligeramente entrecortada, se notaba que estaba tragándose el dolor.

- No estoy seguro... pero probablemente más de uno si... -

Mark se sentó, yo simplemente me quede sin nada que decirle.

- supongo que es lo normal, así es la guerra – me dijo mientras se levantaba.

- iré a informar y solicitar nuevos refuerzos, comamos algo en el camino Mark –

- ok, vamos –

28 de septiembre de 1939-cerca de Varsovia

Estábamos ya cerca de la capital de Polonia. Los soviéticos se nos habían aliado también para conquistar Polonia, no me agradan, pero puedo decir que son buenos soldados.

- Comandante, tenemos una transmisión entrante –

- ¿enserio? A ver cállense todos – dije mientras todos nos acercábamos para escuchar.

-Atención, nos complace informar que el último grupo de soldados y resistencia polaca se ha rendido, las fuerzas germanas soviéticas han capturado exitosamente el territorio polaco-

todos nos miramos justo antes de soltar un grito de celebración

- JA JA ¡Lo logramos! -

- Nos vamos a casa -

- ¡vamos a celebrar! Yo invito la primera ronda-

Todos se alegraron y empezaron a celebrar, yo me le acerqué a Mark, puse mi mano en su hombro y le dije

- nos vamos a casa, hermano –

Esa noche todos fuimos a celebrar en un bar de las cercanías. El lugar apenas se mantenía en pie, las ventanas estaban rotas y el techo parecía que se fuera a caer en cualquier momento. Sin embargo, eso no evito que se armaran la celebración más descabellada que haya visto, todos estaban borrachos y las botellas de alcohol estaban regadas por todos lados. Incluso algunos altos mandos vivieron a beber. Pero sin duda la cúspide de la noche fue cuando todos se pusieron a cantar Erika encima de las mesas completamente borrachos hasta que las mesas simplemente cedieron; el estruendo y las carcajadas que les siguieron se escucharon unas cuadras a la redonda.

Tras unos meses nuestro escuadrón fue asignado como guardia militar de la Gestapo por el gueto de Varsovia. Sin embargo, no pasaba gran cosa, nuestra única labor era vigilar a que los judíos no hicieran nada raro, así que teníamos bastante tiempo libre. Lo único que me resultaba placentero durante estos días era ver el periódico con las victorias de Alemania una tras otra. Conquistamos Dinamarca en un solo día y a noruega en un par de semanas, sin dudas algo gratificante.

Había regresado al cuarto que compartía con Mark tras un largo y aburrido día de trabajo, literalmente no había pasado nada interesante. Me quede despierto hasta tarde simplemente fumando y mirando el paisaje por el balcón.