Final

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No sé cómo, pero cuándo menos me doy cuenta de nuevo es otoño. El día parece pintar de tonos pasteles, y las nubes se me asemejan al algodón de azúcar.

Pretendo que sea un día fenomenal apenas y voy a poner un pie fuera de mi casa. Luego llega JungKook desbordando felicidad por la comisura de su boca. Caminamos juntos y sin detenernos por un rato, hasta que un semáforo peatonal cambia de verde a rojo y nos vemos en la obligación de detenernos.

—¡TaeTae me invitó a salir! —exclama emocionado.

—¿De verdad? ¡Eso es una buena noticia! —le digo, y en realidad pienso que no le estoy mintiendo hasta que el golpecito que siento en mi corazón me hace darme cuenta del pésimo amigo que soy.

—Vamos a ir al picnic al que nunca fuimos —me dice. "Al final no fue contigo, pero si conmigo", me dan ganas de expresar, pero me limito a escucharlo—. Después creo que podríamos ir al cine, o quizá solo durmamos en la casa del otro —rasca su barbilla, dubitativo, mientras suelta aquello.

Yo jamás conocí la casa de TaeHyung. Me pongo a pensar que yo nunca conocí del todo al castaño.
Mientras mi amigo sigue contándome sobre sus planes, me doy cuenta de que no tengo motivos para aquello que estoy sintiendo. Hago una mueca que no puedo esconder.

—Ojalá tengan un buen día juntos —decir aquello amarga mi boca un poco, pero no lo doy a notar. Porque en serio quiero estar feliz por JungKook, es mi amigo.

Paso un brazo por sobre los hombros de JungKook y cruzamos cuando el semáforo vuelve a cambiar al color verde.

Más tarde, antes del ocaso y cuando estoy en mi habitación pensando o no si debería hacerme la cena, suena el timbre.

No tardo en ir y abrir. TaeHyung me espera del otro lado de la puerta. Sus castaños cabellos vuelan a la par del viento, sus mejillas se encuentran sonrojadas por el frío que comienza a aparecer, sus labios están entreabiertos, y sus ojos reflejan mi rostro.

—Hola —me saluda.

—Hola, ¿todo bien? —no puedo evitar preguntarle aquello, dado que se me hace extrañamente anormal que venga él a mi casa cuando ha quedado en salir con JungKook.

—Si —dice enseñando sus perlados dientes. —Solo quería venir a saludar —me miente, y lo sé porque Kim TaeHyung es un pésimo mentiroso.

Me le quedo viendo fijo unos momentos, hasta que por su propia voluntad decide seguir hablando.

—Bueno, voy a salir con JungKook. Creo que es una cita —su mirada pasa de mi hasta sus zapatos medio gastados, como si de repente estos fueran lo más interesante que ha visto en su vida —. Quería decírtelo.

No le digo que ya me lo ha dicho Jeon antes. Trato de mantenerme firme, me convenzo de que puedo articular una oración completa sin romperme.
Me sorprendo cuando hablo y mi voz se quiebra de a poco hasta quedar en un hilillo.

—Está bien —es lo único que puedo decir entendible al final.
Mi mano aprieta con más fuerza la perilla y mis nudillos cambian a un color blanquecino.

—Lo lamento, Jin —por primera vez me duele que no me apode con cariño.

Lo tomo del antebrazo y lo jalo hasta que su rostro queda a pocos centímetros del mío. TaeHyung no hace intento de separarse. Deslizo mi mano por sus finas facciones, pero no hago nada más. Repaso con anhelo sus lunares, y trato de fotografiarlos con mi memoria. Acerco mis labios hasta su frente y le dejo un beso.

—Fue lindo mientras duró —aseguro sin saber muy bien a lo que me estoy refiriendo. Porque TaeHyung y yo nunca fuimos nada más que amigos.
Él nunca fue mío, pero sin que lo supiera, yo era completamente suyo.

Dejo caricias en su cabellera mientras el me da palmaditas en la espalda. Cierro los ojos y deseo no abrirlos de nuevo, porque en ese momento lo voy a tener que dejar ir de mi.

—Te quiero —dice por primera vez. Y me sonríe tan sinceramente que me lo creo.

—Anda, corre. JungKook te espera —lo separo de mi cuerpo y arreglo el cuello de su camisa antes de aventarlo un poco.

Se muerde el labio y me da un último apretón antes de salir corriendo, dejando al aire un "gracias" que me parece haber escuchado.

Entiendo que quizá a él si lo ame. Al final, sus ojos brillaron cuando lo alejé de mi.

Con mi corazón hecho trizas y mis ojos aún llorosos vuelvo a entrar a mi hogar. Aún tengo que decir si cocinar algo o no.

Broken Heart / jintae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora