— ¿Que vamos a hacer qué? —dijo Harry, sin creerse lo que acababa de oír.
— Vigilar a Dumbledore —replicó calmadamente Draco, revolviendo en el baúl de Harry, en el dormitorio del Slytherin—. Vigilar a todos los profesores, de hecho. Ahora, ¿Dónde está esa capa de invisibilidad tuya?
Harry metió la mano, sacó la capa y se la entregó. Draco la examinó con regocijo inmediatamente. Poniendo una mano debajo de ella, observó con fascinación cómo su mano parecía haberse desvanecido.
— No entiendo por qué tenemos que meternos en este asunto.
— ¿Quién más lo haría? ¿Algún Ravenclaw? ¿Un Hufflepuff? Por favor —Draco sacudió la capa—. Ay, las cosas que uno podría hacer con esto... ¿Alguna vez espiaste en las duchas de las chicas?
— No. ¿Por qué tendría alguien que meterse en esto? Estoy seguro que los adultos lo están resolviendo. Tal vez hasta el Ministerio.
— El Ministerio no podría resolverlo, lo que sea que sea eso, aunque viniera con un manual de instrucciones —una sonrisa diabólica iluminó el rostro de Draco—. ¿Alguna vez espiaste en las duchas de los chicos?
— No. Dumbledore...
— ¿Espiaste en la ducha de Dumbledore? Eres un cachorro enfermo, Potter.
— ¡No! Quise decir que Dumbledore puede solucionar esto. Se supone que es un mago muy poderoso.
— Realmente nunca lo vi hacer mucho. ¿Crees que Granger y Weasley deban venir con nosotros? —Draco miró la capa con ojo crítico—. Es muy pequeña, demasiado pequeña para cuatro personas.
— ¿Podrías bajar la capa por un segundo y ponerme atención? —pidió Harry, exasperado.
Cuidadosamente, Draco colocó la capa en una silla y miró a Harry. Sin embargo, una vez que Harry tuvo su atención, pareció perder las palabras. Empezó a dar vueltas.
— Nos estás metiendo en algo que es peligroso, Draco. Yo... yo no quiero entrar en esto.
Draco sabía bastante sobre el Harry de su mundo. Gracias a Ginny Weasley (quien había esparcido a chorros la información sobre su rescate) sabía sobre la Cámara de los Secretos. Había estado entre el público cuando Harry había sido llevado por un traslador al final del Torneo de los Tres Magos. Cuando su padre había sido encarcelado, después de una batalla en el Ministerio, había sido la cereza del pastel. Había habido otras cosas, algunas tan lejanas como cuando tenían once, todas lo llevaban a recordar que Harry había peleado contra Lord Voldemort año tras año. Después de todo, era El-Niño-Que-Vivió.
Draco realmente no se había dado cuenta, hasta ese momento, de que Harry nunca había tenido opción.
— De acuerdo —dijo tranquilamente Draco—. No te unes a la causa. —recogiendo la capa, Draco miró a Harry—. ¿Te importa si la tomo prestada... sólo para vigilar y para nada más?
Harry asintió. Enredando la capa en sus manos, Draco dejó el dormitorio de Harry, salió de las mazmorras de Slytherin y se dirigió hacia Gryffindor.
Estaba a punto de hacer algo estúpidamente valiente. No hubiera imaginado que los valores de Gryffindor eran contagiosos.
Sólo esperaba que si le empezaba a gustar el color rojo alguien lo matara y lo sacara de esa miseria.
* * *
Draco permaneció en el corredor, cerca de la sala de profesores, esperando que alguien abriera la puerta para poder colarse.
Había considerado decirle a Granger y a Weasley sobre lo del espionaje, pero había decidido que no. Probablemente hubieran querido ir con él y no había manera de que los tres cupieran bajo la capa. Dos estarían muy apretados. Dudaba que alguno de ellos hubiera aceptado hacer algo sin el otro, así que ir solo era la mejor opción.
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Un Slytherin en ropa de Gryffindor
FanfictionResumen: Ubicado en el Séptimo año. Draco se golpea la cabeza y despierta en un mundo donde él es un Gryffindor y Harry un Slytherin. Esta es una traducción de A Slytherin in Gryffindor Clothing por mahaliem en fanfiction. No conseguí el permiso pa...