Capítulo 1

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No era justo, fue el primer pensamiento que cruzó por la mente de Draco mientras recuperaba la conciencia en una cama de hospital. Había sido el ultimo juego de Quidditch para Slytherin en su ultimo año, y aunque había estado haciendo trampa, Potter aun así lo había vencido con la snitch mientras él era derribado de su escoba. Él recordaba cayendo, el suelo acercándose hacia él a un ritmo aterrador... y después nada.

— ¿Draco? ¿Estás despierto? —preguntó una voz suave.

Echando un vistazo, Draco se sorprendió de ver a Granger sentada junto a él, su cara llena de preocupación. Cuando ella estiró la mano para acariciar su cabello, él retrocedió.

— ¿Qué estás haciendo aquí? —él preguntó.

Hermione se rió un poco, lo cual solo sirvió para hacer a Draco inclinarse más lejos.

— ¿Dónde más estaría cuando mi novio esté herido? —preguntó.

¿El Weasel había sido lastimado también? Tal vez el juego no había sido una total perdida.

— Bueno, lárgate, entonces. Con suerte él morirá por sus heridas. Ve. No querrás perderte sus últimos desvaríos inútiles.

Frunciendo el ceño, Hermione lo estudió. — ¿De qué estás hablando, Draco? No vas a morir. Aunque estoy empezando a estar de acuerdo contigo con respecto a los desvaríos.

Ella hubiera dicho más, pero fue interrumpida por la llegada de un alto pelirrojo. Los ojos de Draco casi se desorbitaron cuando Ron Weasley le dio una sonrisa de oreja a oreja y un golpecito en el brazo.

— ¿Cómo está mi mejor amigo?

Frotándose el brazo donde el Weasel lo había golpeado, Draco lo miró altivamente. —Si tú fueras mi mejor amigo, caminaría hasta el lago y le rogaría al calamar gigante para que me ahogara inmediatamente.

Perplejo, Ron dio un paso atrás. Hermione se puso de pie a su lado.

— Draco está actuando extraño, Ron. Creo que debió haber golpeado su cabeza más fuerte de lo que creíamos.

— Todo es culpa de Potter —dijo Ron furiosamente—, Hubieras vencido a ese tramposo Slytherin si no te hubiera derribado.

— ¿Qué? —Draco se sentó recto—. ¿Potter es un Slytherin?

Los ojos de Ron centellearon y le dio a Draco una sonrisa de complicidad. — Ahora sé que me estás tomando el pelo. La siguiente cosa que dirás es que no eres un Gryffindor.

— ¿Soy un maldito Gryffindor? —Draco gritó.

***

Habían pasado menos de tres horas desde que Draco se había despertado en la enfermería y había descubierto que todo alrededor de su vida había sido completamente cambiado.

A pesar de que había protestado fuertemente porque el rojo y el dorado no iban para nada con su tez, Draco fue obligado a vestir la combinación por Granger y Weasley. Draco deliberó que había sido una batalla de proporciones épicas, eso si se descartaba todo el jaloneo de pelo y las mordidas que el Weasel y él se habían dedicado mientras Hermione los observaba a un lado. Ella finalmente terminó la batalla sacando su varita y aturdiendo a Draco.

Mientras los tres caminaban para la cena, Hermione enlistaba posibles heridas en el cerebro de Draco que pudieron haber resultado en su cambio de comportamiento mientras el Weasel (él aún no podía hacer a su boca pronunciar realmente 'Ron') pensaba que todo era un chiste.

En el Gran Comedor, Weasley proclamó orgullosamente que Draco había golpeado su cabeza y ahora estaba completamente lunático. Todos pensaron que era parte de un divertido juego cuando Draco fue directamente a su sitio en la mesa de Slytherin entre Crabbe y Goyle solo para encontrar a Potter en su lugar.

Un Slytherin en ropa de GryffindorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora