Torturarlo

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El arma ganó un brillo intenso, azul oscuro para ser exactos. El pobre muchacho no mayor a veinte abre sus ojos hasta que casi se le salen las cuencas.

-Por favor, créame, no sé de nada de lo que me está preguntando... -Las lágrimas caen por sus mejillas-. Cuando me dieron la misión jamás mencionaron vuestro nombre, mi señor. Jamás pensé que nuestro grupo estuviera haciendo algo que molestara a su gran grupo.

El miedo termina de dominar su corazón al notar que el color azul gana más fuerza. El sonido de las gotas de agua aumenta de velocidad. El chico cierra los ojos esperando su destino, e incluso siente como el calor crece en su pantalón, se orinó del miedo. Nada de esto lo puede salvar de su destino, simplemente molestó a sujetos que no debía molestar. Tanto tiempo desperdiciado aquí ya te parce una idiotez. Disparas hacia él. Una bala de calibre 9mm, mejorada con runas de potencia y precisión, atraviesa la rodilla izquierda de aquel "héroe", luego una segunda en la rodilla derecha, luego uno en el codo izquierdo y por último guardas el arma.

Los gritos de dolor inundan el sótano. Acabas de cortar todas las uniones posibles que aquel joven tiene con magia. Le acabas de destrozar los canales mágicos en su cuerpo. Ahora, el joven no puede ni siquiera sentir o ver la magia, aunque esté al frente de sus ojos. Lo acabas de transformar en un lisiado.

-¿Y cuál es ese grupo? ¿Y qué misión? -preguntas con interés, caminas hacia él y le entierras la daga en el muslo, curando sus heridas. Luego caminas hacia los cajones, y agarras una vara larga de color dorado-. ¿Por qué nunca me habías mencionado eso?

-Nunca pensamos que esto causaría problemas tan graves -solloza mientras ve la vara-. No pensamos que robar el collar de los sabios antiguos sería ir en contra del gremio del Dios ladrón... En el gremio pluma blanca no nos mencionaron nada...

-Sabes más, así que habla. -La vara cobra mayor color dorado al momento de impactar contra la piel del joven. Se escucha como el hueso del antebrazo se quiebra. El grito es agudo, para luego recibir uno con mayor fuerza en la mejilla, pero por alguna razón este golpe no dolió tanto-. Vamos, tengo todo el tiempo del mundo para jugar contigo.

-Perdóname señor, en serio perdón. -Las lágrimas salen de su rostro-. No sabía que el collar de los sabios antiguos era importante para el gremio del Dios ladrón... Nadie sabía que vuestro padre lo creó...

Un golpe lleno de ira se estrella contra la pierna izquierda del chico. La vara dorada se rompe al impactar contra el hueso, pero este se rompe en varias partes, tanto es así que se nota como sale de la piel del joven. Te alejas de él, y vuelves con una aguja que tiene un extraño liquido rosado en su interior. Lo inyectas sin pensarlo en el muslo del joven, lo que hace que este grite aún más de dolor.

Aquel chico está sintiendo como miles de insectos pequeños caminan por dentro de su sangre, mientras que el dolor del hueso lo puede hacer desmayar, pero para impedir esto, comienzas a darle pequeñas descargas eléctricas, creadas con magia, para esperar su respuesta.

-¿Cómo sabes que mi padre creó ese collar?

-Oh señor, ellos saben que usted está vivo y no fue asesinado. -La voz del joven se escucha entre gemidos de dolor, llanto y gritos-. Saben que usted es el único mago capaz de crear un hechizo tan poderoso como el del olvido y... -El grito desgarrador del alma que da el chico es capaz de hacer que incluso los más grandes masoquistas sintieran pena él. Uno en donde los torturadores de la edad media sabrían que lo quebraron en mente y no iba a seguir hablando, pero a ti esto no te importa.

-Habla, ¿cómo saben quién soy?

-Señor... Perdón, pero... pero... El consejo lo tiene en la mira. -De allí en más el joven no dio para aguantar más. El dolor lo consumía cada vez más.

-Así que el consejo mágico de Syxs sabe que sigo vivo. Aunque no sería raro, ellos mandan personas a vigilar al gremio a ver si hago las cosas bien. Creo que me tocará ponerme serio otra vez. -Aquella sonrisa que tanto tiene, simplemente desaparece-. En el purgatorio mándale saludos de mi parte a las escorias de los Prime. Ahora, muere. -Sacas nuevamente la pistola y le disparas en la frente.

Chasqueas uno de tus dedos. Un hueco se abre en el suelo. Uno que tiene llamas rosadas y moradas, el cual parece la entrada al mismo infierno, pero no lo es. Este hueco tiene un logo en las paredes, uno que cualquiera que sepa mitología diría que es de Hermes... Y bueno, lastimosamente Hermes le robó ese logo al verdadero dios de los ladrones, el cual ahora está muerto gracias a que fue olvidado. Saltas en él y te diriges a casa.

(Seguir en vuelta a casa)

El gremio del dios ladrón. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora