Crazy Triplets

3. Harriet

Harriet

Era viernes por la mañana, acababa de llegar a mi nuevo internado y ahora tenía que arrastrar mis dos pesadas maletas por todo el campus hasta mi habitación. ¿Por qué había cambiado de internado? Había tenido un pequeño incidente con una zo… una chica… solo digamos que ella llevara un collarín por un tiempo.

Cuando logre llegar a mi habitación abrí la puerta y… el lugar era un asco. Había envolturas de dulces sobre una de las camas y había otras cosas tiradas por todos lados. ¿Enserio esta era mi habitación?... ¡Era fantástico! No tendría que preocuparme por chicas fastidiosas diciéndome “limpia esto” “recoge lo otro”. Mi madre estaba equivocada, si se podía vivir entre basura. Deje mis cosas sobre la única cama libre y mire el reloj, eran las 8:30, aun podía llegar a clases… aunque nunca fui muy fan del estudio, así que decidí darme una vuelta por el campus, tendría todo el curso para llegar “temprano” a clases.

Llevaba unas horas paseando por el campus, conociendo mi nuevo internado, hasta que un prefecto me descubrió, y después de revisar mi historial, me pusieron en arresto domiciliario y no podría salir de mi habitación por el resto del día. Habría intentado escapar, de no ser porque un par de “guardias” cuidarían mi habitación para evitar que saliera.  Ya que no tenía nada mejor que hacer, tome mi laptop y me senté en el suelo  haciendo a un lado las cosas que estaban ahí. Después de un par de horas me aburrí, así que decidí escapar, pero los mastodontes de la entrada me detuvieron y no pude ir a ningún lado. Cuando me resigne a quedarme en mi habitación uno de los guardias se me dirigió a mí.

-Señorita, tiene muchas ganas de salir, ¿cierto?

Asentí mirándolo con cautela.

-Bien, la directora dijo que podía salir… con una condición…

-¿Cuál?-Pregunte.

-Usted podrá salir, pero tendrá que recoger la basura de la plaza principal.

-¡¿Qué?!-Dije molesta.

-¿Quiere salir sí o no?

-…

-…

-Bien-Dije a regañadientes.

(..)

Luego de recoger basura por media hora aun me faltaba más de la mitad de la plaza. Bufe frustrada, al menos no tendría que pasarla aburrida en mi habitación. De pronto una botella cayó frente a mí, levante mi vista enojada y vi a un chico pasando por ahí. Tome la botella y la arroje con fuerza, logrando darle en la cabeza y haciendo que volteara.

-Hey, ¿Qué te pasa?-Dijo el chico sobándose la cabeza.

-Eso va a la basura, tarado-Conteste molesta, en parte por lo que él había hecho y en parte por lo que  yo estaba haciendo.

-Lo siento-Dijo en tono un tanto apenado.

-A si, pues…-Me interrumpí a mí misma, en realidad no imagine que respondiera así.-Yo…ah… no importa-Dije sin saber muy bien que decir.

-Eres nueva ¿verdad?-Dijo levantando la mirada, pues hasta ahora había estado mirando al suelo.-Es decir nunca te había visto por aquí.

-Sí, en realidad llegue esta mañana-Respondí volviendo con mi labor, más el me detuvo.

-Espera, déjame ayudarte-Dijo tratando de quitarme el palo y la bolsa de basura.

-¿Qué haces? Este es mi castigo, ¿sabes?

-Sí, pero las princesas no recogen envolturas de papitas y dulces -Dijo sonriendo de lado mirándome, ni siquiera me había dado cuenta de que sus ojos eran azules.