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Narra Tomás

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Narra Tomás.

la morocha se movía frente a mí, aún dejándome delirando pero no me permitía tocar mucho, lo cual alteraba mas mis sentidos y mis ganas se duplicaban.

yo me encontraba en el sillón, viendo como su cadera se movía al ritmo de la música y llegó un momento en donde no me contuve.

- Morocha por favor. - supliqué agarrando su cadera y cuando vi que me dejaba hice que se siente encima mío.

pasó sus piernas arriba de las mías dejándolas a mis costados y haciendo que quede encima de mi entrepierna.

- ¿Que pasó Tomás?. - rió dando besos húmedos en mi cuello.

- No puedo contenerme a tu cuerpo reina. - hablé algo extasiado por la droga consumida mezclada por sus besos.

- Lastima que hoy no tenemos cuarto. - me miro y se movió encima mío.

- ¿Quien dijo que no?. - mordí su labio para aguantar un gemido y ella se separó.

- Conmigo no quiero que te contengas Tomás. - advirtió y volvió a moverse causando que esta vez no pueda reprimir nada y haciendo que se forme una sonrisa en su cara.

- Asi me gusta. - sonrió y volvió a besar mi cuello.

- Perdón que los interrumpa. - se acercó Neo sentándose a nuestro lado. - Pero vengo a darles una pasti para que compartan porque las traje de España. - sacó de su bolsillo una bolsita pequeña y nos dio una pastilla de color.

agarré la pastilla, la puse en mi boca cuando Sebastián se fue y sin esperar besé a la morocha con ganas, pasándole la pastilla entre nuestras bocas.

mi cuerpo comenzaba a calentarse debido a sus movimientos y mis sentidos se alteraban cada vez más.

Narra Julieta.

- Mmh Tomi. - me quejé separandome. - Te necesito ahora.

- ¿Si?. - apretó mi culo con una sonrisa. - ¿Cuanto?.

- Mucho. - lleve mi mano disimuladamente a su pantalón y toqué su pene por encima de las telas.

- Vine en auto hoy, vamos.

sonreí y me levanté rápidamente acomodando mi pollera y salí en dirección hacia afuera de la casa con Tomás detrás mío.

caminé entre los autos y reí a causa de la droga mientras tarareaba una canción que pasaban adentro.

- Acá morocha. - rió y abrió las puertas traseras del auto.

- Vamos a perdernos. - agarré su cuello y me sente en los asientos, tirando de su cuerpo para que quede encima de mi.

- En el After House. - rió con el alma drogada y cerró la puerta

Tomás pasaba sus manos por todo mi cuerpo haciéndome gemir y se encargó de bajar mi pollera junto a mi ropa interior baja.

- Te toca disfrutar a vos morocha. - sonrió antes de bajar mi boca hacia mi intimidad y yo comencé a gemir y casi gritar ante las sensaciones que me otorgaba aunque no me gastaba en reprimirlos.

los cristales del auto se empañaban cada vez más al estar el clima tan caliente en el pequeño lugar y mientras Tomás se encargaba de darme placer yo lleve mis manos a mis pechos y comencé a tocarlos

a los minutos logró que acabe y le sonreí cuando volvió a besarme.

- Por favor Tomás sos el mejor. - hablé recuperándome y llevando mis manos a su pantalon para bajarlo junto a sus boxers. - Pero ahora te necesito adentro mío.

el sonrió, ubicó su pene en mi entrada y como era habitual en el entró con fuerza en mi, logrando que cierre los ojos por la sensación de su pene llenandome.

- Juli. - gimió moviéndose intensamente dentro mío.

sexo, una noche y hasta luego.

sexo, una noche y hasta luego

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𝘼𝙛𝙩𝙚𝙧 𝙃𝙤𝙪𝙨𝙚 𝘾𝙍𝙊𝘼𝙕𝙕𝙐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora