PREJUICIOS INJUSTOS

Biblioteca

El día escolar había terminado, pero yo me encontraba en la biblioteca demasiado de mal humor como para dirijirle la mirada a la arrugada pero, de alguna manera, tierna bibliotecaria. Se preguntaran el porque de mi mal humor bueno el señorito Rick se le dio por no presentarse a nuestro castigo que comenzó hace 20 minutos , así que tuve que dar la cara sola y empezar con las tareas encomendadas por la bibliotecaria, creo que se llama Graciela según lo que dice una placa en su camisa azul, muy elegante por cierto.

Me encontraba sola en un pasillo un poco alejado del escritorio de Graciela pero los estantes se encontraban en paralelo dejándola observarme sentada desde su lugar. Mientras coloco un libro en la sección correspondiente la puerta se abre dejando ver al tan esperado chico Fredercson. Con esa estatura arrogante, esos ojos negros en los que se perdía la pupila que derramaban ferocidad, labios rectos y de sierta forma encantadores, cabello despeinado que le daba un aire regalado y despreocupado, barbilla definida y masculina, piel suave y cremosa. Cuando pensé que iba a mostrarse distante al igual que lo hizo con la directora una sonrisa se extendió por sus rosados labios dejando ver su perfecta y blanca dentadura.

-Buenos días Graa, ¿como la estas pasando hoy? - hablo animado, miro a la bibliotecaria con una expresión de cariño y luego sus oscuros ojos se encontraron con los míos mandándome una extraña sensación electrificante -¿No te estara molestando Cande verdad?

-Buen día querido, hoy fue un buen día me pareció extraño no verte en todo día por acá- respondió con el mismo tono animado ignorando la ultima pregunta.

El solo sonrió un poco triste y se volvió en dirección de mi tomando una distancia preocupante poniéndome alerta. Anotado a Rick le encanta mandar a la mierda el espacio personal.

Yo todavía me encontraba en puntitas de pie intentando acomodar el libro, no llegaba a la bendita repisa y encima tenía los ojos analíticos del chico en mi perfil. Hice un gran esfuerzo por no mostrar mi nerviosismo en ese preciso momento en el que nuestras manos se rozaron y para acomodar el libro el mismo, ya que me pasaba diría que una cabeza mas o menos. Su mirada en todo momento con la mía, en un momento sentí nuestras respiraciones chocar y por alguna razón que no entiendo se sintió nuevo, latente y vivo. No paso nada solo tuvimos esa cercanía hipnotizante hasta que termino de poner el libro en su lugar y se separo unos centímetros. En ese momento me di cuenta de la rapidez con la mi corazón estaba latiendo, ¿Qué mierda me pasaba?.

-¿Me extrañaste, linda? - dice con un tono arrogante elevando una de sus pobladas cejas negras.

Ignore su pregunta pasando por su lado para buscar más libros para acomodar. La bibliotecaria se había ido a algún lugar del lugar, lo que me dejo un poco más vulnerable ya que estábamos completamente solos y este chico no me daba un buen presentimiento.

Tome al rededor de cuatro libros y volví al ruedo yendo por una fila diferente de libros para evitar cualquier contacto peligroso con don arrogante, ya eran suficientes problemas, no quería ni pensar en la cara que mi mamá va a poner cuando sepa que me castigaron.

-Yy...ahora Cande rompe reglas me ignora -suena divertido con toda la situación -.Interesante.

Solo vuelvo a ignorarlo y sigo con lo mio. Mientras más rápido termine esto más rápido me puedo ir.

Hasta que apareció mientras acomoda IT de Steaphen King en la sección de terror frente a mi, podía ver su cara entre los libros de la repisa.

-Yy... ahora Fredercson rompe reglas me acosa -dije copiando un tono parecido al de él pero más fatigado -. Interesante.

-Yo no te acoso, solo te observo -una sonrisa traviesa mezclada con sarcasmo se dibuja en su rostro -.Si te acosora lo haría de más cerca -dice con voz que denotaba segundas intenciones, cubriendo el lugar que me dejaba ver su cara con un libro.