Los Merodeadores Y Tú

💚UN REGALO PARA LOS BLACK❤

Por la mañana, cuando la luz matinal iluminó su habitación, James se levantó por su cuenta ¡Por primera vez!, salió corriendo de su habitación tan rápido que no se dio cuenta que la bata de dormir estaba al revés, ni que sus anteojos estaban sucios pues ansiaba por bajar las escaleras que tuvo suerte de no tropezar y caer. Bajo el árbol ya se encontraba una cantidad generosa de regalos, se tumbó en el suelo y revisó con cautela las etiquetas, buscando las que tuvieran su nombre

- ¿De quién es ese? - gritó ____ mientras bajaba las escaleras, venía acompañada de Sirius quien debido al llanto de anoche tenía los ojos hinchados por lo que su bajada fue más lenta y cuidadosa, ambos despertaron después del portón que hizo James

- Es para papá, del tío Charlus - dijo James

- ¿Hay alguno del abuelo? - dijo ____ mientras se tiraba en el suelo buscando entre las cajas

Sirius estaba algo incómodo mientras los mellizos buscaban sus regalos, ellos ya habían superado los regalos que el había recibido desde que tenía memoria (2, uno de su hermano y uno de su tío hace años)

- ¿Qué te mandó el abuelo? - preguntó ____

- Un libro - respondió desencantado - ¿Qué te dio a ti? -

- Bolas de chocolate - dijo haciendo una leve mueca con la boca

- Creo que el abuelo se volvió a equivocar con nuestros obsequios, sabe que odio los libros - James le acercó el libro a ____ y ella le ofreció la caja de chocolates

- Veo que ya se despertaron, ¿Cuántos regalos han abierto? - preguntó Euphemia mientras bajaba las escaleras

- Apenas abrimos el del abuelo - dijo ____ mientras rompía la envoltura de una pequeña caja

- Volvió a confundir los obsequios - dijo James mientras se estiraba tratando de alcanzar una caja que estaba al rincón

- El abuelo ya supera el siglo, hay que tener un poco de paciencia niños, a veces no recuerda que lleva las gafas puestas -

- El abuelo olvida todo, hasta nuestros cumpleaños pero nunca que rompí su taza favorita -

- Basta James - dijo Euphemia mientras usaba su varita para hacer pan tostado - Sirius ¿Qué te mandaron tus papás? -

El se puso nervioso y sonrojado se acercó al árbol buscando algo que tuviera su nombre, casi todos tenían el nombre de los mellizos o de los señores Potter, estaba a punto de decir que no había recibido alguno hasta que encontró una caja con envoltura dorada y listón rojo, sobre ella había una pequeña cartita sutilmente colocada entre el listón "Para Sirius de Alphard, cuando te sientas solo, di mi nombre y nos podremos comunicar" con ese sentimiento en el estómago guardo el papel en su bata y con mucho cuidado retiró la envoltura y el listón, del fondo de la caja un brillo iluminó sus ojos metió su mano cuidadosamente y sacó aquel objeto brillante, era un espejo, era tan brillante que juraba que era de plata, el reflejo era tan nítido que parecía una ventana, estaba fascinado con el objeto, aunque...un poco confundido

- ¿Un espejo? ¿Para qué necesitas un espejo? - preguntó James con la boca llena de bombones

- No es cualquier espejo - dijo Fleamont desde el remate del barandal - Eso es un espejo doble -

- ¿Espejo doble? - preguntaron los mellizos

- Sirve para comunicarse, la persona que te lo envió debe tener otro, se supone que tienes que verte reflejado en el y cuando mencionas el nombre de la otra persona, ya no ves tu reflejo, si no el de la otra persona -

- Impresionante - dijeron los mellizos

- Realmente lo es, a decir verdad es la primera vez que veo uno ¿Te lo dieron tus padres? - preguntó Fleamont