El lienzo níveo estaba tintado de un color carmín tan intenso como los delicados labios de la criatura que había creado aquella obra.
Aquel bello ser contemplaba su creación con admiración, pues nunca antes sus brillantes grandes ojos habían contemplado semejante belleza.
Su cuerpo entero temblaba de excitación al observar el color más puro de todos siendo pervertido por el intenso color que lo opacaba en casi toda su extensión.
Su garganta reprimió un gemido de éxtasis cuando su mirada se posó en la parte central de su obra.
Esa expresión de terror y sufrimiento...
Esa mirada llena de dolor y miedo que tanto le apasionaba...Los labios del hombre se contrajeron por el dolor y sus manos se agarraron con desesperación a las finas sábanas, en un intento sinsentido de conservar la vida al sentir como se le escapaba por cada hendidura que aquel bello monstruo había tallado en su cuerpo, expulsando toda sustancia que lo mantenía vivo.
El hombre se sujetaba con tanta fuerza al delicioso tejido que lo desgarró, al igual que lo hizo su garganta al verse forzada por el gutural sonido de sufrimiento que indicaba el fin de su agonía.
Aquel desafortunado ser contempló la sonrisa de aspecto demoniaco de la mujer antes de que su mirada se perdiera para siempre, dejando grabado en el horrendo y anciano rostro el horror de la dolorosa agonía que dió por finalizada su repugnante y miserable vida.
Hola, soy la autora. ¿Qué tal estáis? De momento creo que esto solo lo leerán mis amigos, pero yo saludo. Si alguien encuentra alguna falla o tiene alguna recomendación, me lo puede decir sin problema alguno, todos nos equivocamos.
Buenos días.