Sorpresa

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El ama de llaves regresó a la casa en la cual laboraba luego de su bien merecida semana de descanso. Se sentía desganada.

No le gustaba su empleador, que no era más que un sucio y viejo depravado con dinero. Si no había dejado ese trabajo aún, era por amor a su familia de pocos recursos.

Cuando la joven estuvo frente la puerta, su nariz percibió un desagradable aroma. La muchacha puso una mueca de desagrado al pensar en la cantidad de comida acumulada por su jefe que tendría que recoger.

Al ingresar a la gran casa se extrañó, ya que normalmente su jefe al escucharla entrar ya habría soltado algún desagradable comentario. Se dirigió hacia el despacho de este y golpeó suavemente la puerta, pidiendo permiso para entrar.

Pero nada. No hubo respuesta alguna. Golpeó de nuevo, con más fuerza. Nada. No había señal de vida. Un poco nerviosa, abrió la puerta. Su jefe no se encontraba allí, la situación era muy extraña.

Decidió probar suerte en la habitación del anciano y, con paso cauteloso, se dirigió a su destino.
Inspiró profundamente frente la puerta y esperó unos segundos para atreverse a llamar.

Lo hizo. Una vez, dos veces, tres veces. Nada. Respiró de nuevo. Cuatro, cinco, seis. No se oyó nada. Siete, ocho, nueve...Y nada.

Ya no aguantaba más, así que decidió abrir igualmente. Su mano temblorosa se posó sobre la manilla de la blanca puerta. Esperó un minuto, se armó de valor, presionó la manilla y empujó.

Pero no había rastro alguno de su jefe, ni un solo indicio de vida. La muchacha soltó todo el aire contenido, aliviada. Pasaron unos pocos segundos antes de percatarse de una mancha en la cama, que le pareció una mancha de comida.

Con paso firme se dirigió hacia el costoso mueble, con la intención de quitar las sábanas para poder lavarlas.

Levantó la sábana...
Y gritó.

La joven soltó la sábana de inmediato, horrorizada, se había equivocado, no era comida lo que manchaba las finas sábanas. Su jefe sí se encontraba en la habitación. Estaba...

Muerto.

Hola, soy la autora de nuevo. Luego publico el siguiente capítulo. Dudo que alguien lea esto antes de que lo haga, pero bueno.
Jajaja.

Buenos días.

La colección de esa damaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora