El Dragón de la Ceniza [CANCELADA]

Cap3: La Venganza... Es Dulce... Y Fría... (Parte 3/8)

En su salón, Issei sintió las miradas de todos los estudiantes clavadas en él.

Algunas de rabia.

Otras de miedo.

La gran mayoría de asco.

Sintiendo esto, Issei bajó su mirada a su asiento, viendo que estaba completamente cubierto por rayones y palabras.
Monstruo. Animal. Pervertido inútil.
Esas y más eran las palabras escritas, entre dibujos de tetas tachadas, o cosas similares.

Un peso inexistente calló sobre Issei, quien intentó esconder su rostro, tratando de ignorar como lo miraban, sin éxito alguno, y sólo logrando recordar lo que había hecho la noche anterior, y como esa mañana había dejado a la mujer que asesinó a sus padres.

Issei pasó toda la clase con su cabeza hundida en su asiento, intentando ignorar las miradas de odio, desprecio, asco y miedo dirigidas a él, hasta el momento del recreo, en que todos los estudiantes dejaron el aula completamente vacía. Únicamente quedaron los dos amigos de Issei, que se acercaron a él para intentar reconfortarlo, sin embargo, antes de que pudiesen siquiera hablar, Matsuda cayó al suelo de forma repentina, tras recibir de lleno un golpe de parte del joven de cabello castaño.
Motohama estuvo a punto de intentar ayudarlo, sin embargo, también recibió un fuerte golpe de parte de Issei.

Estando ambos en el suelo, Issei los miró, y cerró con fuerza sus puños. Sus brazos temblaban, mientras veía como a Matsuda le sangraba la nariz por su golpe, y como Motohama tenía sus lentes rotos.
"No vuelvan a hablarme... Ya no somos el trío pervertido. Disfruten siendo el dúo."
Issei habló de forma directa y cortante al par que antes consideraba sus amigos, y simplemente se fue, dejando a ambos chicos tirados en el suelo, sin saber que decir.

Nadie más que ellos tres estuvo presente, para contemplar la disolución del trío más odiado de todo Kuo.

Tras salir, Issei caminó por los pasillos, con la cabeza gacha, ignorando las miradas de todos, hasta que empezó a escuchar gritos de horror y terror.
Al alzar la mirada, pudo ver a un joven, de su misma edad, con cabello rubio, el cuál le dedicó una pequeña sonrisa.

"Que quieres, principito?"
Issei preguntó, con un claro tono de ofensa, sin embargo, sólo sacó una sonrisa algo incómoda al chico de cabello rubio.
"Rias-sama desea verte Hyoudou-san, por favor, sígueme."
El joven de cabello rubio respondió de forma suave y amable, e Issei se limitó a asentir, suspirando rendido.

Pocos minutos después, Issei y el joven de cabello rubio se encontraban en una sala de aspecto algo antiguo, y al mismo tiempo siniestro, siendo la única luz las de las velas y la que entraba por la ventana.

En el centro había una mesa con 2 sillones pequeños a un lado, y uno grande del otro.
Al fondo había una repisa con algunas velas y varios cuadros.

En el solitario sillón grande Issei pudo ver a una pequeña chica de cabello blanco, corto y que apenas llegaba hasta el final de su nuca, la cuál estaba comiendo dulces en silencio.

En un rincón, pudo ver a una chica mayor a la anterior, y probablemente mayor a él por apenas un año. Tenía un hermoso y largo cabello negro peinado en una coleta de caballo, y sus ojos poseían un color morado.

Issei contempló a ambas chicas en silencio, evaluándolas con la mirada, y reconociéndolas al instante.
Cuando el chico de cabello rubio iba a presentar al dúo, el joven levantó una mano, deteniéndolo en seco.

"Se quienes son, Yuuto-san. Y yo me presentaré."
Issei frenó al chico rubio, quien suspiró, antes de caminar para sentarse junto a la chica de cabello blanco.