Cap7: La Venganza... Es Dulce... Y Fría... (Parte 7/8)

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Kiba cortó otro latigazo de luz con su espada, viendo como la parte cortada se deshacía en partículas de luz, sólo para volver a volar hacia el látigo y reformarlo.

Jadeando cansado, se movió rápidamente a un lado, esquivando una patada, mientras que lanzaba un tajo hacia el frente, el cuál fue esquivado por la mujer con una facilidad tan grande que lo hacía parecer un juego.

Frustrado, Kiba se agachó, dejando pasar a su compañera Koneko por encima de él.

Sonriendo, vio a la chica conectar un golpe exitoso en el rostro de la mujer haciéndola retroceder un par de pasos, momento que aprovechó para embestirla, con intención de asesinarla.

Sin embargo, su filo no llegó siquiera a rozar los ropajes de la mujer, cuando ésta se dejó caer, girando y pateando su espada, desarmandolo en el proceso, para luego saltar, girando en el aire y lanzándole un latigazo que recibió de lleno, y que lo mandó a volar, hasta que se estrelló contra un árbol.

Por un segundo, tuvo la sensación de que se rompería un hueso, sin embargo, y pese al impacto, sabía que estaba bien, al menos por el momento.

Poniéndose de pie, pudo ver por el rabillo del ojo como la energía rojiza de su ama chocaba con las lanzas del caído, y como éste cada vez parecía más frustrado.

Por otro lado, no muy lejos de él, pudo ver a su compañero, que se encontraba contemplando el interior de un pergamino, el cuál emitía un leve brillo.

"Hyoudou-san, más te vale que lo que sea que estés haciendo, nos de la victoria."
Kiba habló, más para sí mismo que para quien mencionó, antes de crear una nueva espada, ésta vez, parecía hecha con un hierro tan oscuro como las alas del caído que peleaba con su ama. Su filo terminaba separándose en un rombo extraño al final de la punta, en cuyo centro, una esfera de energía oscura pura se encontraba flotando.

Arrojándose en una carrera, Kiba corrió tan rápido como pudo hacia la mujer.

Koneko se deslizó por debajo de la mujer, esquivando un latigazo, antes de girar, saltando, para caer con una patada, que fue esquivada con un corto salto de parte de la mujer, quien intentó usar su látigo para atarla, sin embargo, el mismo truco no funcionaría dos veces, por lo que la chica de cabello blanquecino tomó el látigo, dejando que envolviese sus brazos, conteniendo un quejido de dolor, y lo usó para atraer a la mujer hacia ella.

Notando la sonrisa en el rostro de la mujer, Koneko se agachó casi por reflejo, justo a tiempo, para esquivar un rodillazo de la mujer, quien cayó de pie detrás de ella, atrayendo su látigo, y tensándolo con su mano libre, a tiempo para bloquear un tajo de parte de Kiba.

Sin embargo, la esfera de energía oscura que estaba flotando en la punta de la espada empezó a succionar la energía lumínica del látigo, consumiéndolo de forma rápida, mientras el chico sonreía confiado.

"Por fin muestran algo interesante! Veamos que más tienen!"
La mujer gritó emocionada, antes de patear al chico, evitando que su espada consumiese por completo el látigo, el cual empezó a regenerarse de forma lenta.

Koneko empezó a masajear sus nudillos, mientras que sacaba su pierna del pequeño cráter que formó con su última patada, y Kiba apareció a su lado, suspirando.

"Koneko-chan, cuánto crees que le falte a Ise-san?"
Kiba preguntó en un tono cansado, mientras que se ponía en guardia.

"No mucho."
Quien respondió no fue la chica de cabello blanco, sino que fue el nombrado, al mismo tiempo que una lanza, hecha de una luz blanquecina, pasaba entre Kiba y Koneko, saliendo despedida hacia la mujer, quien frunció el ceño, confundida, al mismo tiempo que se movía a un lado, esquivando el ataque.

El Dragón de la Ceniza [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora