Dos grandes compañías han sucumbido ante el mando de dos alfas adinerados, jóvenes pero sobre todo, muy poderosos; Subaru es dirigida por Todoroki Shoto y Mitsubishi por Bakugo Katsuki.
Este último tiene en su poder a un omega de rizos y ojos verde...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cansado de tanto sufrimiento, cansado de tantos maltratos, cansado de ser víctima del machismo por ser algo que el no pidió ser, Midoriya toma la cuchilla y la coloca sobre su muñeca, dispuesto a acabar de una vez por todas con su sufrimiento
Pero antes de que la hoja corte su piel y le cause la muerte, su mente recuerda el trato que hizo con Todoroki, la alianza que acabaría con su alfa abusivo. Despierta de su trance y tira lo más lejos que puede al objeto. Sale del baño completamente mojado y desnudo, a estas alturas le daba igual que alguien lo pudiera ver en ese estado
Mientras seca su cuerpo y su cabellera verde, saca de su cajón la pequeña tarjeta que aquel hombre de dos colores le entregó, toma su teléfono y teclea el número correspondiente
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
~Buenas noches, habla con Todoroki Shoto, ¿con quien tengo el placer?
—S-señor Todoroki, soy yo, Midoriya Izuku
~Aaaaah Midoriya! ¿Que se te ofrece?
—Yo... Quería hablar con usted respecto a... Ya sabe... Lo de hoy...
~Ah claro claro. Lamento decirte esto pero estoy muy ocupado ahora, por que no lo discutimos mañana con mas calma, en perso...
—Imposible, el señor Bakugo no me lo permitiría, hoy se entero de nuestro encuentro y... y...
De tan solo recordar la orgia que había tenido con Bakugo, Kirishima y Tetsutetsu le daban ganas de vomitar, jamás en su vida lo habían humillado de esa forma
~Lo entiendo, ¿te hizo algo, verdad? Ahora tenemos más razones para acabar con el. No te preocupes, pensaré en algo mañana. Nos vemos, Midoriya
El señor Todoroki colgó, aun no sabia que era lo que este tipo tenía en la cabeza. Antes de conocerlo tenía fama de ser un hombre culto, respetuoso, ordenado y una larga lista de etcéteras, pero ahora estaba dudando de ello. Le puse traba a la puerta para evitar que el señor Bakugo entrará y me tocara de nuevo (cabe destacar que no tuve la decencia de ponerme nada encima más que las mantas)
A la mañana siguiente me levante luego de la tercera llamada de mi despertador. Tomé la ropa planchada que había en mi closet y baje para prepararme un café antes de ir a la oficina, el trayecto de mi habitación hasta el comedor fue todo un infierno, mis caderas apenas podían sostenerme
