Dos grandes compañías han sucumbido ante el mando de dos alfas adinerados, jóvenes pero sobre todo, muy poderosos; Subaru es dirigida por Todoroki Shoto y Mitsubishi por Bakugo Katsuki.
Este último tiene en su poder a un omega de rizos y ojos verde...
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📞Denki, ¿vigilaste que Deku entrara al edificio sin hablar con nadie cierto?
📞Por supuesto jefe, me duele que desconfíe de mi después de cinco años de servicio
📞Callate imbecil, voy para allá
Colgué el teléfono y entre en el auto para ir a trabajar. Llegué a mi oficina y ahí estaba, sentado frente a su computador hablando con alguien por teléfono
📞 Muy bien señora, la comunicaré con una de nuestras trabajadoras para que venga a firmar los documentos de su auto. Si, si, claro que sí, la esperamos entonces, que tenga buena tarde
Colgó el teléfono y volteo en mi dirección, se sobresalto bastante al verme, pero rápidamente desvío su mirada de mi y trato de esconderse entre las cosas de su escritorio. No tenía ganas de fastidiarlo, al menos no por ahora, así que lo ignore y me sente en mi estudio. La puerta se abrió y entró Kirishima
—Jefe, ¿cree que pueda darme el día libre? Ashido y yo teníamos algo planeado para hoy y...
—Trabajarás doble y no te pagaré mañana, si estas de acuerdo puedes ir a revolcarte con ella de una vez
—Gracias jefe
Tan rápido como entro salio, tomo del brazo a su pareja de cabellos rosas y se fueron juntos. Los ignore y seguí con lo mio.
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La jornada de hoy había sido pesada, mientras recogía mis cosas me llegó un mensaje de Camie, lo revisé discretamente para que el señor Bakugo no pudiera verlo
➡️Midoriya, el señor Todoroki quiere verte mañana mismo, ¿tu chófer pasa siempre por donde nos vimos hoy? Si es así mañana te recojere por allá.
Esta bien Camie, nos vemos allá ✔️✔️
Termine de guardar mis cosas y bajé con el jefe al estacionamiento subterráneo. Llegamos a la gran mansión y subí rápidamente a mi cuarto, le puse traba a la puerta para evitar al señor Bakugo entrara y me encerré allí, no abrí ni siquiera a Ochako cuando vino a avisarme de la cena, sabía que Bakugo podía enojarse si no lo dejaba entrar, pero prefería a que se enojara mañana en la mañana que ahora, pues podía desquitarse con mi cuerpo
