𝗣𝗹𝘇 𝗱𝗲𝗽𝗼𝘀𝗶𝘁, 𝐅𝐈𝐕𝐄 𝐊𝐈𝐒𝐒𝐄𝐒 ✧ Rockstar FreChip ❪✔❫

❹

Era sábado en la tarde, Rafael se había levantado a las ocho para así prepararse en su totalidad. Se bañó, peinó, vistió y perfumó. Estaba demasiado nervioso, en su mente trataba de convencerse de que no iban a tener sexo, pero, era obvio que iba a ser así.

Manejó hasta su casa y llegó a la hora acordada, la una en punto de la tarde. Tocó el timbre del departamento, pero nadie abria la puerta. Pasaron unos pocos minutos hasta que se escuchó a lo lejos y en el interior un prolongado "ya voy".

La puerta se abrió finalmente, dejando ver ahí al castaño con el torso desnudo, un pantalón de jean negro y  una toalla sobre sus hombros. Su cuerpo estaba mojado, aparentemente acababa de salir de la ducha. Rafael no pudo evitar sonrojarse al ver su abdomen, tan marcado y con algunos tatuajes, se le hacía sumamente atractivo.

──Rafi, discúlpame, me quedé dormido.──rió nervioso el Hernández, haciendo al menor volver a la realidad.──Pasa.──se hizo a un lado para así dejarlo entrar.

──No te preocupes.──respondió el Fazbear con una sonrisa, adentrandose en el departamento. Chip cerró la puerta y caminó junto a él, secandose un poco el cabello.

El menor miraba el lugar detalladamente, era bastante humilde a comparación de su hogar, pero era agradable aún así.──Ponte cómodo.──sonrió el mayor. Rafael asintió sentandose en el sofá rojizo de la sala.──¿Café?

──Por favor.

Y así fue como el de orbes verdosas trajo una taza de café para el menor, él quito la toalla de sus hombros y la dejó sobre una silla, acercandose al sofá y sentandose al lado del Fazbear.──¿Te molesta si no me pongo camisa? Es que hace calor...

──T-tranquilo, está bien...

La excusa del calor le había salido bien, en todo el rato que hablaban sobre diversas cosas, el menor no podía evitar pegar ojeadas al cuerpo del mexicano, era demasiado atractivo. Pero él no era el único que miraba, puesto que el mayor también observaba sin disimulo los labios del Fazbear, cómo chocaban sus labios con la taza blanca que contenía café dentro.

Mordió su labio inferior, cosa que notó el menor.──¿Q-qué pasa? ¿Por qué me miras así?──soltó una risa nerviosa, dejando la taza sobre la mesita de cristal frente a ellos. Chip sonrió ladino apoyando una de sus venosas manos en el muslo del menor, comenzando a acercarse lentamente.

Rafael soltó un suspiro caliente, apoyando una de sus manos en el hombro del más alto. Cerró sus ojos con lentitud al sentir los labios del mexicano sobre los suyos, moviéndose lentamente.

Se separaron unos momentos, pero luego el Fazbear lo abrazó por los hombros uniéndonos en un beso más profundo y con una pisca de lujuria. Chip se posó arriba de él, casi recostandolo en el sofá, separandose del beso para así bajar a su cuello y comenzar a dejar besos y mordidas.

──Ven, bebito.──Chip se levantó y cargó al menor como koala, dirigiéndose a su habitación. Lo dejó lentamente en la cama, subiendose sobre él sin aplastarlo, continuando con los besos.

Comenzó a desabrochar la camisa de este hasta dejarla abierta, repartiendo besos y chupones por su clavícula hasta llegar a su pezón, el cual comenzó a chupar mientras estimula el otro apretandolo. Rafael soltaba jadeos calientes apretando los cabellos aún levemente mojados del mayor, dejando que este lo tocase a su gusto.

Chip sonrió separandose para así ver el cuerpo del Fazbear, era simplemente hermoso, con esa expresión sonrojada y deseosa. Al fin lo tenía, después de tanto tiempo. Desabrochó su pantalón, desprendiendose de este y tirandolo por alguna parte de su habitación, ya se notaba en su bóxer una erección grande y dolorosa, que fue notada por el Fazbear, quien tragó saliva sonrojado al ver el tamaño de este.

El mayor quitó de una vez el pantalón y ropa interior del menor, su miembro también estaba erecto. Se acercó lentamente a este masturbandolo, para luego comenzar a hacerle una felación. Rafael tiró su cabeza hacia atrás recostandola en la almohada, aferrandose a las sábanas ante esa acción inesperada.

Bajaba por todo el falo y volvía a subir, chupaba el glande provocando así un ruido obseno. El Fazbear se limitaba a soltar jadeos calientes y gemidos bajos, se sentía demasiado bien, la boca del mayor se sentía levemente caliente y era excitante.

Chip se separó luego de unos momentos, tomando la mano derecha del menor y posandola sobre su miembor. El Fazbear comenzó a acariciarlo sintiendo el tamaño de este, era demasiado. El Hernández quitó su boxer dejando ahora sí su erección tan dolorosa al aire libre, estaba necesitada de atención.

Rafael lo tomó en su mano y comenzó a masturbarlo un poco, el mayor se acercó más a él metiéndose entre sus piernas. El estadounidense estaba tan concentrado en eso que, nisiquiera se percató de cuando un dedo fue introducido en él. Dio un respingo apretando levemente el miembro del mayor.──Tranquilo, osito, relajate...──El de orbes azuladas asintió dejándose llevar, con el paso de los minutos otro dedo fue introducido en estocadas y tijeras, se sentía demasiado bien.──ah~ ah... mm~

Chip quitó los dedos y acercó su miembro, metiendo la punta en su interior.──ah!──gimoteó alto el menor, aferrándose a su espalda y escondiendose en su cuello. Chip siguió empujando su miembro, metiendolo lentamente para así no dañarlo.

Una vez todo estuvo dentro, el mayor soltó un jadeo, sintiendo lo apretado se su interior. Miró a Rafael a los ojos, este tenía los ojos cristalizados por un leve dolor, pero predominaba el placer. Sonrió acercandose a su rostro, para así besarlo y comenzar a penetrar su interior.

Rafael soltaba gemidos entre el beso, abrazando la cadera del mexicano con sus piernas y abrazandolo por los hombros. Al inicio quería retener sus gemidos por pura dignidad, pero cuando las estocadas comenzaron a ser más rápidas y fuertes en su punto debil.──Ah~! si! C-Chip! mm~!──gemía y casi gritaba en su oído, las lágrimas de excitación brotaban por sus mejillas, sentía su punto débil ser estimulado a la perfección, sentía el orgasmo demasiado cerca.

Chip fue el primero en acabar, en su interior, llenandolo totalmente con su esperma. Luego llegó Rafael, manchando su abdomen, soltando un último gemido prolongado.

El mexicano quitó su miembro lentamente, acostándose a su lado. El menor se aferró a él recostandose en su pecho, Chip sonrió ante esa acción abrazandolo por los hombros.──Ah! Cierto!──exclamó casi asustando el menor. Se estiró logrando sacar de dentro de un cajón una caja de bonobones.──Se suponía que debía dartelo antes.

Rafael rió ante esa acción, abriendo la caja y tomando un bonobon para luego meterselo a Chip en la boca. Se mantuvieron el resto de la tarde así, comiendo juntos los bonobones de la caja.