Everest

17 6 0
                                    

En este momento me encontraba sentado en la orilla de mi cama mientras acariciaba a Liliana, Edan había salido ya que le llamó su madre, no era por ser un chismoso pero al parecer lo estaba regañando por salir sin avisarle, luego de unos minutos entro a mi cuarto y me miró.

— Me tengo que ir

— Descuida no pasa nada le diré a mamá que te tuviste que ir ella entenderá

— Agradece por mi su invitación a cenar

— No te preocupes yo le diré

Deje a Liliana en la cama y lo acompañe a la puerta aunque realmente lo iba acompañar a la esquina de la calle, ya era muy noche y aunque somos chicos pueden lástimarnos, a mí me amenazaron hace unas horas.

— Nos vemos luego pulga

"Idiota" - pensé mientras reía y le di un leve puñetazo en el hombro, el no paraba de reír.

— Egocéntrico solo me ganas por dos centímetros a lo mucho

— Eso no me quita verme más alto

— Maldito Everest

Dije con sarcasmo y el me miró sonriendo, entonces me di cuenta de lo que había dicho me avergoncé tanto que ya no podía escapar estaba frente a mi.

— Haci que aceptas que soy alto porque que yo sepa el Everest es la montaña más grande del mundo

"¡Maldito presumido!" - pensé mientras lo miraba avergonzado

— Bueno vete con cuidado adiós

Caminé rápidamente y antes de darme cuenta Edan me jalo del brazo y me pego a el para después despeinárme mientras me hacía una llave con su brazo, no pude ignorar su perfume, olía realmente bien.

— Idiota déjame en paz

— Jajaja acepta lo que dijiste

— ¡Maldito presumido

Y ahí estábamos riendo mientras intentaba alejarlo de mi, jamás en cerio jamás había convivido de esa manera, siempre fui el chico raro del grupo pero con Edan todo era diferente.

También las montañas lloranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora