Capítulo 5

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Tranquilidad

Exactamente era lo que se sentía al caminar con alguien en cierta hora de la tarde casi noche. Era una sensación extraña de paz interior que se respiraba con el fresco viento que pega nuestra piel. Pero bueno supongo que sería así si no tuvieras a alguien que te acalorada con sólo observarte, prácticamente mi corazón estaba apunto de salir de mi garganta es como si lo sentía ahí palpitar y era lo más raro del mundo al menos para mí, trataba de exalar e inalar de vuelta, recuerdo a una amiga que estudiaba enfermería me decía que tendría que hacer así para tranquilizarme, ya empiezo a pensar que tendría que darle un consejo que cambie de carrera ya que no me funcionaba su sabio consejo en este preciso momento.

Tuve que terminar de comprar lo que me propuse a comprar ahí, estando consciente de que Darien me estaría esperando en la entrada de la tienda, ya que él sólo venía a comprar una cosa que mi cerebro antes de procesar ya lo había omitido. Pagué en la caja y al salir del lugar estaba ahí parado observando su teléfono y me detuve a observarlo, llevaba un pantalón de deporte, zapatos del mismo con una sudadera, tenía su cabello castaño claro alborotado como sí estuviera corriendo y pude observar su rostro de costado, su piel era Blanca sin ningún tipo de granito a la vista estaba como para envidiarlo,sus pestañas largas con sus cejas cargadas negras como la noche, pude ver que tenía varios lunares en la parte lateral del cuello y para llamar más mi atención tenía el ceño fruncido como si algo estuviera mal en ese instante, le daba un toque tierno.¿Dije tierno? Puff!! Creo que controlar mi mente acosadora, desde cuando soy cursi ¡Por el amor de Dios!!.

Al notar mi presencia levantó esos ojos color café que estaban pegados al teléfono y me dedicó una sonrisa.

-¿Ya estás? -pregunta observando lo que llevo en mano.

- Sii eso creo - trate de devolverle la sonrisa pero más bien me salió una forzada de los nervios.

Nada más quiero saber dónde coño se metió mi coraje de encarar a la gente sin un atisbo de miedo. No se en que momento se acerco tanto pero le veía sonreír mientras me agarraba de la mano.

En definitiva necesitaba un psicólogo urgente y buscar la poca dignidad que me quedaba por que ¡Dios mío! la vergüenza que sentí, se estaba ofreciendo a ayudarme con las bolsas que tenía en mano mientras yo toda embobada no salía de mi transe para pasarle .

- Creo que estos te van a pesar en el camino, es mejor que te ayude- dijo viendo las bolsas

- Ohh! no hace falta no pesan tanto! - dije estando segurísima que notaba que mi sonrojo en la cara.

- Igual dejame que los llevo yo- dijo prácticamente arrebatandolas de mis manos ya que no cedí en el momento.

- Esta bien, Está bien que amable! -le digo sin saber que más decir.

- No te preocupes. ¿Nos vamos?- dice haciendo un gesto para que avance con él.

-Si,claro - dije saliendo en la vereda en su totalidad.

- Estuve observando y no trajiste tu motocicleta, creo que caminar estaba en tus planes de todas formas.- me comenta con naturalidad.

Acaso el me estuvo observando siempre? cómo va a saber que tengo una motocicleta creo que el pueblo de Moscardón no es tan grande aún como pensé., salgo de mis pensamientos y le digo:

- Ahh sí, pasa que hoy a la mañana llovía y me era difícil manejar así que mi padre me acerco hasta mi trabajo hoy.

- Ahh claro, tu padre es el tiene la camioneta verdad? - responde caminando tranquilamente. Es la segunda pregunta que me hace sin que yo se lo hubiera contado algo, en definitiva tengo que ver si no es FBI . Que tal si ya sabia todo de mí y yo como una boba respondiendo todo.

La Constelación de TUS OJOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora