CAPITULO 8

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Mar

Estoy parada procesando esa reacción repentina que tuvo, viendo hacia el lugar que se perdió al marcharse. Trato de pensar en todo lo que dije, si fue algún error mío, si dije algo que lo haya molestado, en realidad estoy tan confundida y sentir ese apretón en el pecho, no es nada bueno.

Salgo de lugar ya que se puso tarde, miro mi celular que marca 7:40 p.m., no sé en qué momento se nos pasó la hora y ni cuenta me he dado, ya son más de dos horas que salí de casa para venir a este puto lugar y encontrarme con un chico que al principio fue de lo más agradable, tenía teorías bastante sensatas y no puedo negar que me fascino lo interesante de sus respuestas a mis preguntas, muchas sin sentido.

A metros de llegar a casa siento una vibración en mi bolsillo trasero de mis jeans, el efecto de mi celular, lo saco y me encuentro con un mensaje en mi WhatsApp de un número desconocido lo abro:

-Lo lamento, tuve una urgencia en casa.

No necesitaba pensar tanto en quien podría ser ya que lo relacione con el momento, Darien y ni lo tenía registrado. No pienso mucho para responder y escribo:

-Está bien, seguro fue importante. Creí molestarte, ahora me siento mejor.

-Jamás molestarías, fue agradable pasar rato contigo.

Sinceramente me siento mejor, estaba anonada aun con todo lo sucedido, en esto me adentro a mi casa y lo raro es que todo está en silencio. Me adentro directo a mi cuarto, cierro la puerta.

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Estar perdida en tus pensamientos es como una destreza humana, pero destreza de los torpes, cuando todos a tu alrededor están hablando y tú solo observando tu plato tal vez, es domingo y mi familia con la costumbre de almorzar si o si en el jardín con un solcito agradable a punto de ingresar otoño, bueno falta como más de quince días para eso pero es bastante acogedor. Ya van como diez días de haber hablado con Darien, y para ser sinceros me había dejado pensando un montón por todo el acto que había visto.

En todos estos días lo ignore así como el a mí, es como si nada hubiera pasado tampoco lo volví a ver de casualidad y doy gracias al cielo, porque me fue vergonzoso la manera en que ocurrió todo, al menos para mí. No veo nada de publicaciones por parte de él, es como hubiera desaparecido asi por que sí. En todo este trance escucho mi nombre en la conversación por dejar la puerta sin llavear la noche anterior.

-Oye, esta vez no fui yo, ni siquiera he salido- expresa Mason frunciendo el entrecejo su mirada dirigiendo a mí, en el mismo instante que me doy cuenta que más dos pares de ojos de observan.

-¿Qué sucede conmigo para que me escaneen de esa manera?- pregunto algo incómoda.

- Pasa que tu hermano no salió anoche, tu padre tampoco y yo mucho menos no hay otra persona que pueda haber sido Mar-procede mi madre mirándome seriamente.

-No recuerdo haber salido anoche- Digo aun algo perdida en la conversación.

-Vamos Mar- dice Mason- sabemos bien que tú y tus manías de observar las estrellas al estar de este modo es algo normal.

- ¿Así cómo?- digo mirándolo confundida por que no se a lo que se refiere.

-Como durmiendo pero estando despierta. ¿Acaso estas de mal de amores hermanita?- dice enarcando una de sus cejas y veo un atisbo de la sonrisa lobuna que se escapa. Me está tentando.

-Para nada. Aquí el único enamorado y mal de cabeza eres tu- lo acuso apuntàndolo con mi tenedor. El rueda sus ojos.

-Basta con eso-nos calla mi padre- pues espero quien haya sido para la próxima tome conciencia de dejar bajo llave, no estamos para andar regalando nuestras cosas a ladrones- dice bebiendo un poco de vino.

La Constelación de TUS OJOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora