«Narra Ivonne Sibray»
(Imagen de ella en multimedia)Mi esposo se encontraba dando vueltas de lado a lado en una de las habitaciones de nuestra mansión. Estaba todo oscuro salvo por una gran araña de cristales que decoraba el gran salón, el fuego de la chimenea también iluminaba el ambiente, las ventanas estaban cerradas... eran las doce en punto y todo nuestro hogar estaba en un completo silencio.
Barnett estaba nervioso y preocupado, podía notar en su rostro claramente que este tema lo había dejado helado. Sus ojos azules miraban el suelo de madera, sus cejas rubias estaban fruncidas, y su boca carnosa y gruesa estaba casi abierta... como si fuera a soltar un comentario en cualquier momento.
— Querida, no entiendo como él ha muerto. Sólo era un niño... un bebé quien lo mató— se tapó su cara con sus manos y luego argumentó— ¿Qué será de nosotros?. Es decir ¿A quién le serviremos?. Querida mía, es una terrible noticia la que me acabas de dar— tomó mi mano, se quedó pensando mientras miraba el piso— Sí, sí eso haremos... iremos a la mansión Malfoy, seguro que Lucius sabrá qué hacer. Mañana por la tarde partiremos hacía allí, debes enviar una carta para avisar.
— Querido, es importante que sepas que el señor tenebroso tiene mucho poder y no creo que esté muerto... tu sabes lo inteligente que es— intenté subirle el ánimo a mi marido y por el semblante de su cara pareciera haber funcionado.
— Claro que sí Ivonne— sonrió con malicia.
Subimos las grandes escaleras hasta llegar a la habitación de nuestra pequeña hija. Barnett la agarró en brazos y la llevó hasta nuestra alcoba y la situó en nuestra gran cama matrimonial. Le dio un pequeño beso un su pequeña frente, se dispuso a sacarse su camisa y pantalones para ponerse su pijama, acto que yo también hice.
Al terminar salí de nuestra habitación y me fui hasta la gran biblioteca, tomé un papel y comencé a escribir.
" Querido Lucius:
Me comunico contigo para decirle que mi marido Barnett y yo queríamos discutir unos asuntos contigo y Narcissa. Ya saben que tema es.
Atentamente Ivonne Sibray"
Enrollé la carta y la puse adentro de un sobre negro característico de nuestra familia, se lo di a mi lechuza, le dije a donde tendría que ir y voló.
Volví a mi habitación y la bebé ya no estaba en mi cama.
— ¿Nuestra hija?— Barnett me miró con una ceja alzada y dijo "la dejé en su cuna otra vez", se dio vuelta y se durmió. Me metí en la cama y me dispuse a descansar.
~9:30 am~
Unos rayos de sol me estaban dejando ciega, mierda, otra vez mi esposo se olvidó de cerrar la ventana.
— Buenos días querida— entró Barnett con la bebé en brazos. Dile hola a tu madre— la niña lo miró con sus ojos celestes confundida— Es hora de desayunar, te espero en el gran salón... creo que nuestra hija tiene hambre y pediré a los elfos que le hagan algo.
Cerró la puerta y se escuchó como iba bajando las escaleras. Me cambié y llamé a mi elfo doméstico para que ordene la habitación.
— Grah ordena mi habitación y luego ordena las demás— sólo oí un "sí ama" y me retiré del lugar. Bajé y ahí estaba mi esposo terminando de desayunar.— ¿Lucius ha mandado alguna correspondencia?.
Barnett me miró serio y luego me señalo a la punta de la mesa donde había un sobre que en su tapa decía "Malfoy".
— Sólo dice que acepta gustosamente que vayamos a su hogar.
~11:00 a.m~
Nos encontrábamos en casa de los Malfoy, estábamos sentados en unos sillones de cuero negro, mi esposo a mi lado y en frente Lucius y Narcissa.
— Es completamente impensable lo que acaba de suceder— acotó el señor Malfoy— El señor tenebroso era demasiado inteligente como para dejar pasar esto... ¡Un estúpido bebé lo mató!— Cissa intentó calmarlo dándole la mano.
— ¿Qué haremos ahora?— pregunté.
— Sólo queda lamentarse por lo sucedido y seguir adelante— dijo Narcissa.— Dobby trae a Draco.
El elfo que se encontraba allí salió caminando apresuradamente hacía las habitaciones de arriba a buscar al bebé que se escuchaba llorando. Miré hacía mi pequeña hija que estaba en mis brazos... sus pestañas largas y oscuras igual que las mías eran hermosas, sus mejillas rojas y sus pequeños labiecitos carnosos igual que los de su padre.
— Es muy bella— Narcissa se sentó a mi lado— ¿Agatha..?— preguntó por su segundo nombre.
— Agatha, Agatha Dagmar Dalliance... un nombre bello y largo— rió mi esposo, Lucius sonrió de lado y Narcissa también.
Un ruido nos desconcentró, el pequeño elfo traía en sus manos a un bebé de ojos grises y piel pálida con su carita un poco roja.
— Mi señora, el bebé dejó de llorar a mitad de la escalera— y era verdad, el bebé que antes lloraba ahora estaba relajado y jugaba con la nariz de Dobby. La joven mamá agarró al bebé en sus brazos y este sonrió.
— Serán grandes amigos en un futuro— dije, la madre de Draco me miró, sonrió y acercó a su bebé hasta la mía, este se quedó mirando mientras ella dormía.
— Ya es tarde querida, es mejor regresar. Se vienen tiempos inseguros, hay que protegernos porque ya no hay nadie que lo haga.
— Ustedes ya saben que son muy bien invitados aquí, Ivonne puedes traer a la niña cuando quieras y Barnett no hace falta que te quedes en tu casa recibiendo cartas de trabajo ¡Relájate hombre!— todos reímos ante lo que dijo el señor Malfoy.
— Muchas gracias por recibirnos— le di la mano a mi amigo y luego saludé a su esposa y nos fuimos.
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Maybe it's you
FanfictionY allí me encontraba yo, en la sala de Albus Dumbledore. Sentada mirándolo fríamente pero al mismo tiempo con una mirada de ayuda y súplica. - Es imposible que sienta eso por él, él es prohibido... pero vive en mi mente. Estoy harta, no sé que me su...