Capítulo 8: "No preciso ayuda "

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Joel

Solo me quedan 10 minutos para llegar a la cabaña y recuerdo que no les escribí a los chicos, como son las 7:00 les mando un mensaje que debía de hacer algo importante y no iría a trabajar.

Toqué la puerta como tres veces hasta que por fin se abrió.

–¿Tú? ¿Qué haces aquí?

–Vine ayudarte.

–No preciso ayuda, y menos de ti.

–Eres un mal agradecido de mierda ¿lo sabes?

–¿Sabes lo que tú eres?

–¿Ya vamos a empezar?

–No quiero verte Joel, te puede ir.

–¿Por qué mierda eres así? –pregunto gritando.

–¡Por que no quiero que nada te pase! –responde de la misma manera.

No podía creer las palabras que han salido de Erick.

–Entra idiota, que te vas a enfermar. –dice, ahora más calmado.

Me molesta, me molesta que sea así, que me muestra sus sentimientos y luego me mande a la mierda.

–¿Chocolate caliente?

–No, gracias. –respondo.

–Entonces serviré dos.

–¿En que estas metido? –pregunto, prácticamente sé bastante.

–Nada.

–Erick.

–Colón.

–Me puedes contar. –informo tranquilo.

–Pero no quiero.

–Yo quiero saber.

–Ese no es mi problema.

–¡Basta Erick! Dime de una maldita vez, ¿cuál es el problema que tienes?

–¿Cuál de todos? –pregunta y ríe irónicamente.

–¿Qué pasa con éste narco?

–Quiere venganza, y su "ejercito" por decirlo de alguna forma, es más grande que el mío, no puedo hacer nada Joel, hay gente mía que no está en el país, los otros son unos idiotas. Y yo también, realmente no puedo hacer nada.

–Por suerte lo admites. –sonrío, para molestarlo– Erick quiero ayudarte, por favor déjame.

–No, Joel, no quiero que algo te pase por mi culpa.

–Sabes –hablo, y doy un sorbo de el rico chocolate–, no me importa. Te ayudaré igual, aunque quieras o no.

–No lo harás. –niega muy serio.

–¿Ah si? ¿Por qué piensas eso?

–No puedes hacer nada.

–No me conoces.

–Sé como eres.

–Entonces tienes un mal concepto.

–¿Seguro? –pregunta.

–Muy.

–No hagas nada bobo, Joel. –me advierte.

–¿No era qué me conocías?

–Te juro que si tengo que atarte en este preciso momento, lo haré.

–Nos vemos pronto, Erick.

–No te irás.

No todo es lo que parece - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora