TODO PUEDE SALIR MAL

Capitulo 1.

—Ya han pasado mínimo 2 meses desde que estoy con mi novio, ¡quien sabe si más! y no te haz dado la dicha de apartar un tiempo para conocer a tu futuro cuñado, eso es muy cruel Alizee— Exclamó mi mejor amiga de manera exasperada mientras se cruzaba de brazos.

—En serio, créeme no he tenido tiem...

Sin llegar a terminar la frase, el camarero se acercó a pedir nuestros pedidos.

Tenia un hambre que podría apostar comerme una casa entera, asi que no me importo que me interrumpiera.

Ahora que lo pienso ese chico que mi amiga siempre me habla debe haberla hechizado, nunca para de hablarme de él, dice que es muy lindo, dulce, hermoso, supuestamente todo un príncipe y ahí estaba yo, mas sola que un cactus.

Admito que sentí un poco de envidia, solo un poco. De la envidia buena.

Se notaba que Amelie de verdad estaba enamorada y verla tan feliz hizo que yo también me sintiera feliz, tenia tiempo que no la veía asi. Juro que si le hacía daño se la vera conmigo, nadie puede lastimar a un sol tan radiante como ella.

De pronto sentí un chasquido en mi cara haciendo que diera un respingo en mi asiento.

—¿Alizee?— Levanto la cara y rápidamente siento como mi cara se vuelve un tomate.

Amelie y el camarero estaban allí mirándome como si tuviera un mono en la cara. Me di cuenta que me había distraído con mis propios pensamientos.

—Lo siento, estaba pensando que comida quería.

Después de decir aquello, Amelie me mira como si me hubiese salido tres cabezas.

—¿Entonces, que comida quieres?— Pregunta ella como si fuera tonta.

Mi cara nuevamente empieza a arder.

Justo en estos momento quiero pegar la cabeza contra la mesa y darme 100 golpes.

Balbuceo y lo únicoque hago es mirar a mi amiga con ojos suplicantes.

Ella dandose cuenta que tiene que ir a mi rescate empieza hablar.

—Supongo que quieres unos panqueques y un zumo de naranja, ¿no, Alizee?

—Eh... si, eso quiero por favor.

El camarero asiente como respuesta y se va.

—Apuesto un carro a que no era eso lo que pensabas. ¿Ahora bien, en que pensabas con tanto afán, pequeña Alizee?— Dice Amelie como si me hubiese descubierto en una pequeña travesía lo que hace que le lanze una sonrisa burlona.

—Pensaba en cuando huiras tu y tu príncipe solos con su amor verdadero.

Amelie en respuestalo rueda los ojos con sus comisuras temblandole en hacer salir una carcajada.

—Tranquila Ali, ya conocerás a tu amor verdadero, mientras tanto, tus ojos dentro de mi trasero.

Suelto una carcajada ruidosa lo que hace que varios ojos se posen en nosotras.

Justo viene el camarero con nuestros desayunos.

Cuando termina le susurramos un "gracias" y procedemos a comer.

—¿Y como esta tu hermano, Amelie? 

Mientras espero su respuesta, me meto una cucharada en la boca, probando la delicia de mi plato.

—Alan siempre pregunta por ti, supongo que aún no te supera.

Suelto una risilla.

Alan Morrison el mellizo de Amelie, fue mi ex novio, nuestra relación solo se basaba en sexo.

Eramos novios en los ojos de nuestros padres pero jamás sentimos algo como enamoramiento, solo nos gustabamos, asi que decidimos aprovecharlo.

Hace 1 año le termine, nuestra relación no me satisfacía como antes asíque decidí en romper con el.

Amelie siempre me dice que no me supera y le creo. Las veces en la iba para la casa de mi amiga el me decía que porque no lo retomabamos, pero le he dejado en claro que no quiero nada con el.

Se alejo, yo me aleje y así quedamos, hasta el día en que cambie mi opinión, claro.

—Un día me tendrá que superar
—suelto en un suspiro.

—Si, pero ya sabes como es el de terco.

Asiento en respuesta.

—Oye Ali— Le miro con la cejas alzadas— Me preguntaba si te gustaria ir mañana a una fiesta, mi novio va a ir, asi que imagine que sería una buena oportunidad para presentartelo.

Quiere que lo vaya a conocer, ¿pero en una fiesta? Planeaba mañana quedarme en mi casa con un bote de helado viendo la pelicula "Call me by your name"

Pero también se que mi amiga desde el primer día en que lo conoció quiere presentarmelo, asi que seria de muy mal gusto, que justo ahora, le dijera que no.

Suspiro.

—¿Eso es un si?— Pregunta emocionada.

Asiento con la cabeza para después oir un chillido de emoción de su parte.

¿Fue buena idea aceptar?