❛❛ Aꪑꪮr Prσнιвι∂σ ❜❜ (Primer Libro)

Capitulo VI

- ¿Por qué no comes? - dijo sin ninguna expresión en su cara.

- No tengo hambre. - dije de igual manera.

No dijo nada y siguió comiendo.

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(SONIDO DEL TIMBRE)

No lo pensé dos veces y salí corriendo de ahí, me sentía muy sofocada y nerviosa.

Entré a mi salón y comenzaron las clases. Estas eran aburridas como siempre, yo solo miraba la pizarra con mis brazos apoyando mi cabeza en la carpeta, tocándome el mentón y parte de los cachetes.

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(SONIDO DEL TIMBRE DE SALIDA)

Salí rápidamente del salón y me fui a la biblioteca para sacar un libro para mi tarea.

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Me quedé ahí media hora, salí de la biblioteca y vi como Jaden se iba con el auto.

- ¡Maldito! - Grité con todas mis fuerzas, vi como la gente me miraba raro y me fui lentamente.

Abordé el siguiente autobús, me coloqué los audífonos y puse algo de música para relajarme, y pensé en darme una ducha para bajar la tensión corporal.

Saqué las llaves de mi bolsillo, pero un perrito me distrajo y nos pusimos a jugar un rato en el pasto.

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Pasaron 40 minutos y decidí entrar a mi casa, busqué mis llaves y, ¡Oh no, fuck!, mis llaves no estaban, se me debió caer en el pasto, ¡Ay!, tendré que tocar la puerta.

La toqué algo alocada y nadie abría. Estaba haciendo mucho frío, pero decidí darle mi abrigo al perrito que estaba temblando.
                              
Poco a poco me quedaba dormida, temblando, tenía mucho sueño, no aguantaba más, así que me senté apoyándome en la puerta y me quedé lentamente dormida.

NARRA JADEN:

Sabía que Adison se encontraba afuera, pero estamos a mano, así que decidí no abrirle la puerta.

Ella empezaba a tocar la puerta alocadamente, pero no le hice caso y me fui a preparar algo para cenar.

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Pasaron dos horas, me fijé la hora en mi celular, ya eran las 6:57 pm, pero algo me llamó la atención, Adison ya no tocaba la puerta.

Salí preocupado y apurado para ver qué le había pasado a mí tonta hermanita.            

Abrí la puerta, y ahí estaba ella, echada y sin estar abrigada, vi su  abrigo cubriendo a un perrito que recordé haber visto antes.  

Sin pensarlo dos veces cargué a  Adison para llevarla a su habitación. Cuando subía las escaleras ella empezó a sostenerse de mi cuello con sus brazos alrededor de este.        

Me había enrojecido, nunca había visto de otra forma a Adison, pero ahora, no lo sé, siento que quiero protegerla y tenerla siempre a mi lado, sentía que la quería solamente para mí.