- Comes como una tortuga, come más rápido que se nos hace muy tarde. - dijo Jaiden como si nada hubiera pasado.- ¡No molestes! - dije con la boca llena. - ¿Ya sabes que mamá se fue de viaje, verdad? - lo miré fijamente.
- ¡¿Qué!? - me contestó muy sorprendido.
- Toma. - le mostré la nota que mamá había dejado.
- ¡Ahh..., es mucho tiempo! - soltó un suspiro.
- Lo sé..., ¿No vas a desayunar?
- No, ya es muy tarde, ¡Apúrate! - sonaba algo desanimado.
- Está bien. - respondí tratando de comer rápido.
- Iré a sacar el auto, te apuras. - dijo alejándose.
- Bien, anda. - le contesté tratando de pasar la comida que tenía en mi boca.
. . .
Me dirigí al auto y ahí estaba esperándome, me vió de pies a cabeza con una mirada ¿sexy?, sentía mi cuerpo estremecerse. Oh cielos, no puedo pensar así.
Entré al auto y me acomodé en el asiento del copiloto.- Ya vámonos. - le dije.
- Bien. - arrancó rápidamente.
. . .
Nos encontrábamos en el auto con un silencio algo incómodo.
- ¿Hacemos una fiesta? - dije emocionada tratando de romper el silencio.
- ¿Estás loca?, sigues siendo una niña, y conociéndote eres capaz de emborracharte y quién sabe lo que harías en ese estado. - dijo en tono burlón y con una mirada pícara.
- ¡Ya no soy una niña!, tengo 17 años. - le contesté haciendo un puchero.
- Para mí sigues siendo una niña inmadura, ya cuando tengas 18 años haces lo que tú quieras.
- ¡Pero falta mucho!
- Bueno, entonces hasta que cumplas la mayoría de edad te seguiré diciendo niñita inmadura. - dijo en tono burlón.
- Pero promete que cuando cumpla los 18 años, me dejarás hacer lo que yo quiera, ¿Ok?. - respondí con los brazos cruzados para verme molesta.
- ¡Está bien!, te lo prometo.
Sonaba poco creíble, pero le hice caso.
- Niñita. - dijo susurrando.
- ¡Te escuché, idiota! - no pude aguantarme y le pegué en el hombro.
- ¡Auch! - gritó.
Reí victoriosa por lo que había hecho.
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❛❛ Aꪑꪮr Prσнιвι∂σ ❜❜ (Primer Libro)
Genç KurguEsta historia juvenil trata de dos hermanos que viven juntos y casi siempre solos, ya que su padre murió cuando eran pequeños por causa de una enfermedad que ellos no sabían, y su madre siempre tenía que trabajar y viajar. Una vez ya grandes, los do...