Cap V

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Hioto pov

… ¡Qué demonios pasó anoche! 

Molido y con el sueño retumbando en mi cuerpo, miro al techo intranquilo, no dormí nada la noche anterior y eso me pasaba factura. Eso y la pesadez en mi mente

¡No sé si estar feliz, confundido o algo, pero en serio, ¿Qué demonios?!

Recordando lo que pasó, me estremecí un poco y me senté en el montón de ropa que funcionaba como cama para mi, si bien está mal que haya pasado la noche en el suelo frío teniendo una cama justo al lado, los acontecimientos no me dejaron –ni dejan– pensar muy claramente

Despues de que vinimos a su habitación y terminamos de hablar, Katherine… se desnudó sin ninguna pena y se dirigió al baño, esto me hizo reaccionar –en más de un sentido– y observar confundido la puerta, pero, lo peor vino después

Cuando volvió a salir, sacudí mi cabeza y traté de usar mi intelecto estudiantil para dar con una respuesta lógica a estas acciones, quizá, porque parece ser una noble y eso… pero, ignorando mi martirio interno, ella, con su cabello enrollado en una toalla, secó su cuerpo y ¡Volvió a desnudarse!

La primera vez, aparté la mirada con algo de pena pero… lo admito, cuando lo volvió a hacer, la observé fijamente, tragando saliva, ¿qué mas esperaban? Soy un joven sano después de todo, además, ella no me dijo que no viera o que me alejara, sino que al contrario…

Ok, en el primer cajón de ese estante están mis sujetadores, en el segundo las bragas y en el tercero las medias, pero solo necesitas la ropa interior, en el armario encontrarás una pijama para dormir y allá están los ganchos para la toalla de baño, apresúrate y vísteme

Me dio esa orden sin importarle mucho, mirándome –aun desnuda– mientras me instaba a obedecer

“… ¿quieres que te vista yo? ¿En serio? ¿Estás segura? ¿No hay nada malo con eso?”

“*suspiro* a diferencia de una criatura, eres un humano así que tiene sus ventajas plebeyo, ¿crees que no aprovecharé? Ahora, vísteme, no pierdas tiempo”

Yo, como cualquier hombre valiente e inteligente, entendí que no avanzaríamos si seguía estupefacto, así que, me puse de pie, me volteé para que no me viera, acomodé mis pantalones y calmé mi mente, listo para ayudarla

Aunque es vergonzoso… un hombre sabio dijo una vez “aprovecha el bug” así que… ¡A darle!

Me preparé mentalmente e hice lo que me pidió, buscando en sus gavetas la ropa interior –que por cierto, abundaba de forma extenuante, ¿Quién necesita tantas bragas o sostenes? – y me acerqué a ella, nervioso

Ella solo levantó los brazos a los costados, facilitándome el acceso a sus… ay wey… a-a sus pechos… entonces… viéndola desde su espalda…

Me siento mal… creo que violé a esa chica… en mi mente

No sé cómo, pero logré ponerle las dos cosas (sostén y bragas) y la pijama (que era un vestido blanco con volantes en las mangas), y claro, YO VI DE TODO mientras lo hacía

Ella no se inmutó en lo más mínimo por mis pervertidos pensamientos o mis temblorosas y nerviosas acciones, más bien, se veía aburrida y cansada, soltando un ocasional bostezo

Sorprendentemente, no toqué nada directamente… supongo que soy demasiado cobarde para algo así jejeh…

No hace falta decirlo, pero toda esta situación fue asimilada por mi cabeza, mi cerebro y mi otra cabeza en más de un sentido, así que… fue una larga noche, porque incluso después de bañarme –en una estupenda tina con agua caliente– no pude calmarme en lo más minimo

Familiar - Una historia llena de magiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora