Cartas a un amor perdido.

Carta 11. Cambia.

Christian.
Tuve el valor para enfrentarte, para preguntar "¿Por qué?". Me enfrente a ti una vez más. Pensé que en 6 meses habías cambiado un poco, te habías dado cuenta del daño que me habías hecho.
Pero no fue así, sigues igual que hace un año, sigues siendo el mismo perro infiel que recuerdo.
Solo quieres sexo y más de lo mismo, contigo nunca se pudo hablar de un tema profundo.
Yo le he pedido a Dios que cambies, yo lo hice. Ya dejé de ser esa niñita a la que todos engañaban, porque eso tus palabras dulces ya no hacen efecto en mí, tus halagos ya no tienen poder sobre mí. Tu existencia ya no me preocupa.
Cambia Christian, y quizás en otra vida o en otro momento de esta todo pueda funcionar, pero si sigues siendo la misma persona que sos no.
Volvimos a hablar, volvimos a sentir ese cosquilleo y ese necesidad de vernos, pero cambié de parecer, cuando vi que seguías siendo igual.
¿No te has parado a pensar qué está mal en ti? ¿Por qué terminas haciendo daño a las personas equivocadas? ¿Ni un poquito?
Es una lástima que ese chico noble, tierno y dulce que conocí hace un año haya sido solo una fachada. Y muy triste.

Te envío luz
Con amor, Annie.