Amor de alquiler [H.S]

4

"¿Contrato?"

Harry.

—Necesitamos drama —comentó un tipo de la productora, logrando que frunciera mi ceño y lo observase con mi peor rostro desde que llevaba en esa disquera—. Queremos hacer que ellos firmen con nosotros y que se hagan más conocidos. Y sabiendo que tuvieron una cena...

Negué con mi cabeza.

—No —dije.

—¿No? —interrogó, enarcando una ceja—. Todavía no digo lo que tengo ''planeado''.

Miré a Jeffrey, mi manager.

—Él dirá que necesita que me haga pasar por novio de Heather... ¿No es así? —pregunté, ahora observando al tipo—. ¿O me equivoco?

Noté como apretaba sus labios.

—Bueno... —carraspeó su garganta—. ¿Son cercanos, no?, ustedes parecen conocerse de antes... La llevaste en tu coche. Todos comentan sobre eso.

Mientras mantenía los codos apoyados en la mesa de reunión, llevé mis dedos a la boca, presionando con suavidad mi labio inferior a la vez que veía con seriedad al chico. Este pareció algo intimidado, sin embargo, aún así continuó hablando sobre lo que tenía en mente.

—No aceptaré ese contrato. No estoy en One Direction.

Dio un suspiro frustrado.

—Sé que es algo raro que te pidamos esto, pero... por eso mismo te dijimos a ti, porque sabemos que eres amigo de Heather —me dijo, tratando de persuadirme.

—¿Por haber cenado solo una vez? —reí.

Negó.

—No, porque sé que se conocen desde antes.

Me tensé, pensando en quizá sabía más de lo que debería.

—Hay fotos de ustedes dos caminando hace un tiempo atrás, en un supermercado —explicó, lo que me hizo calmar un poco mis músculos—. ¿No lo sabías?, creí que habías visto esas fotos.

Recargué mi espalda en la silla, dejando mis antebrazos reposar en la mesa.

—No estoy pendiente de las redes sociales. Trato de evitar la información que salga de mí... No sabía que habían fotos de Heather y yo.

—De hecho... —habló Jeff—. Sí, lo sabías...

Enarqué una ceja sin entender.

—Te lo dije, pero creo que no me prestaste atención esa vez. Estabas ocupado con el tema del segundo álbum. No tenías tiempo para tantas cosas en tu mente.

Resoplé.

—Bien, soy un idiota.

—Entonces...

Miré al tipo una vez más.

—No, no aceptaré el contrato que me están ofreciendo. No quiero que controlen mi vida.

Todos los que nos encontrábamos en ese lugar se quedaron en silencio y, de alguna manera, sabía que había ganado en esto, porque realmente no quería aceptarlo. Sin embargo, Jeffrey me volvió a observar con casi suplica para que estuviera de acuerdo, pero me negué.

—Les quiero recordar que debo ir a prepararme para today show... Son las —miré la hora de mi móvil—. las nueve y media de la mañana —hice una mueca.

Apreté mis labios mientras me levantaba con fastidio.

Estaba cansado y harto.

—Nos vemos.