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Querida, Maria
Como crece tu jardin~
¿Porque fuiste la siguiente dama en partir? ~
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Leí la carta, pero no fue el un lugar que hubiera preferido, además que no fuiste exactamente tu la que me escucho.
Hoy es el día de tu funeral, hace dos días estábamos en una de las reuniones de la ONU, podía notar como estabas decaida, crecieron más flores desde la última vez que te vi.
Tu piel estaba más irritada de lo normal, el tono rojizo se extendía hasta las partes de tu cuerpo que todavía no estaban cubiertas por flores.
Uno de tus hijos te acompañaba, en esa ocasión te acompañaba Caracas, desde que las flores taparon tus ojos siempre traías a uno de ellos contigo.
ONU habló sobre la situación de varios países, protestas, guerras, contaminación, lo normal, yo no estaba poniéndole especial atención, desde hace un rato te estaba viendo.
Lo que captaba mi vista, era tu hijo, que estaba mirando mal a Estados Unidos, cosa que este noto y le siguió el juego copiando la acción del contrario lo que hizo que este se asustara.
Se bajo de tus piernas y se dirigio hacia donde estaba Rusia, llamado la atención de este, tu hijo extendió sus brazos hacia el, este pudo entender cuales eran sus intenciones.
Caracas volvió a mirar mal a Estados Unidos, pero por alguna razón este le miró y de inmediato desvío su mirada, así ganando una pequeña risa de parte del ruso, esto dejo a Caracas sorprendido, supongo que nunca había visto al ruso reír.
Después de haberle dado una mirada de sorpresa al ruso, haciendo que este volviera a reír, se encamino a tu asiento con la cabeza en alto, pero se detuvo en seco al oír un estruendo que resonó en la habitación llamando la atención de todos.
Estabas tirada en el suelo, algunas orquídeas de habían desprendido de tu cuerpo, había algunas manchas de sangre acompañandolas.
Inmediatamente en sala de la reunión todos entraron en pánico más solo algunos de acercaron para evitar rodearte.
Yo era una de las que se acercó, cuando llegué a tu lado Caracas estaba parado a tu lado temblando, estaba palido, lo llamé inmediatamente pero este no respondía, me acerque a él y lo abracé para evitar que te viera en ese estado.
Yo te miraba esperando a que estuvieras inconsciente, pero al ver pasar la cara de Ecuador de preocupación a un llanto ahogado supe lo que había pasado, mis ojos me ardían amenazando a que lágrimas salieran, Caracas ya había comenzado a llorar su llanto era entre cortado parecía ahogarse.
ONU y demás se encargaron de llevarte rápidamente a emergencias, yo llevé conmigo a Caracas, estábamos en la sala de espera en donde me permití llorar en silencio.
