|𝒮𝓌𝑒𝑒𝓉| Taennie.

[1]

Un joven de cabellera oscura caminaba por las calles desoladas de la gran ciudad de Seúl.

Eran las 1:00 am,no había casi nadie,es más por las calles en donde caminaba el peli-negro estaban desoladas,no había ni una sola alma.

El peli-negro llevaba un cubre bocas negro más una capucha de el mismo color,sus pasos resonaban por la calle oscura.

Camino hasta un callejón y se detuvo.

Saco unas llaves de su bolsillo y abrió la puerta de esa pequeña puerta la cual estaba escondida en ese callejón.

Se adentró y dejó las llaves en una mesa de madera oscura la cual se veía desgastada,camino hasta un sillón blanco un poco sucio y se sentó ahí,de la pequeña nevera sacó una cerveza y prendió el televisor,las paredes de ese lugar eran de un verde oscuro,estaban un poco sucias al igual que el piso.

Chasqueó la lengua al sentir como el líquido pasaba por su garganta y la quemaba un poco.

Carraspeo un poco y dejo la lata de cerveza en el suelo,se cruzó de brazos y miró hacia el televisor quitándose el cubre bocas.

Revolvió su cabello y mordió su labio inferior,a las 6 debía irse a su trabajo y prácticamente no había dormido nada,su casa no era ese lugar,este era solo para estar solo y cuando necesitaba reflexionar.

Sintió sus párpados pesar y cerró los ojos olvidando su realidad.

[...]

Miró con desagrado a la siguiente persona a la cual tenía que atender.

Carraspeo un poco y lo miro de forma neutra. — Buenos días. —respondió sin ningún ánimo.

El chico lo miró con una ceja alzada.

— Buenos días. —el peli-negro empezó a guardar la comida que había comprado y decirle la cantidad que debía pagar.

— Bien,puede irse. —Este miró mal a el peli-negro.

— Que te hayan tratado mal no significa que sea mi problema y lo tengas que pagar conmigo. —Taehyung miró a el tipo con su típica mirada.

Neutra.

Unas grandes ojeras estaban bajo sus ojos y su piel un poco bronceada estaba pálida.

— Y? A usted que le importa. —dijo con total desagrado al tener que ver a ese chico de lentes y mirada de "soy mejor que tú".

— ¡Óigame respéteme!

— ¡No quiero,punto!

— ¡Seguridad!

— ¡Oh no!

[...]

Camino por las calles con las manos en sus bolsillos de su chaqueta oscura,llevaba la capucha sobre su cabeza y miraba a todos con desagrado.

Lo habían echado por ese niñito rico,hijo de mami y papi.

Porque si,para el ese chico era un hijo de mami y papi porque después de todo el problema llegaron dos señores que amenazaron a el dueño de que si no lo corrían tendrían que enfrentar las consecuencias.

Nunca estaba de humor,su vida era un asco,a el no le gustaba ocultar nada,no sonreía,nada por el estilo,solo quería que todos vieran lo cual detestaba la vida.

Llego a su departamento y cerro detrás de el,dejo la llave en el sofá blanco y se encaminó hasta su habitación.

Tiro sus zapatos por alguna parte de la pequeña habitación y su chaqueta de la quito para solo dejar su camisa blanca,Suspiró y revolvió su cabello.

Ahora no tenía empleo,nada..ahora si estaba peor que antes,ya ni tendría cómo mantener el miserable departamento que le dejo su madre más cómo comprar comida.

Se dejo caer en la cama y miró el techo.

— Maldito sea el día en el que me dejaste solo....madre. —escondió su cara en la almohada y sintió cómo sus ojos empezaban a picar.

No,no lloraría,para el llorar era de débiles y el no era uno.

No,no lo era.

Demasiado tarde.

Ya estaba llorando.

(...)

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