🖤Layonel🖤

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Estaba navegando en Internet por mi celular, era navidad así que mi familia estaba en casa. Pero espera, me estoy adelantando.

Mi nombre es Verónica pero mis amigos me llaman Vero, perdí dos años de secundaria y ahora voy pasando ultimo curso, tengo 19 años y me considero una alcohólica. Solía tener una hermana menor de apenas 8 años; le gustaba vestir de rosa y gris, eran sus colores favoritos. 

Pero ya no está.

Hacen dos años que la encontraron en el sótano tirada al final de las escaleras, estaba abrazando a su muñeca favorita; ella la vestía igual que ella, mi madre tenía que hacerle las ropitas iguales a las de ella. No se separaban por nada del mundo.

Un día anterior mi madre le dijo que no podía seguir haciéndole copias de sus ropas a la muñeca, por tal razón ella se la pasó todo el día sin hablarle, me dijo que la convenciera pero le dije que no, porque realmente no podía hacer nada.

Cuando mi madre dice no, es no.

Los policías pensaron que se había suicidado, pero yo aún no lo puedo creer.

¡Por Dios! estaba tirada al final de las escaleras. De seguro se tropezó. 

Es lo que aún creo.

Pero una semana después de su entierro, he encontrado esa muñeca acostada en su cama, todos los días, a veces la encuentro en la sala mirando la tele como si tuviera vida. Suena raro pero es así.

Le pregunté a mi madre si ella ha estado moviendo y organizando la habitación de Layonel pero su respuesta fue la que más me asustó, porque antes le pregunté a mi padre y me dijo que no al igual que ella.

Les conté que la había visto en varios lugares, con diferente ropa, en la habitación; acostada o sentada en la silla de Layonel viendo hacia la puerta.

Y creo que me estoy volviendo loca, esa jodida habitación está cerrada con llaves y solo vivimos tres personas aquí. 

Me río por unas palabras que mi novio Lucas me ha enviado y termino mirando al pasillo que dirije al sótano, alguien lo ha abierto.

-¡Mamá, ¿alguien está en el sótano?!

-¡No, todos estamos  aquí! y quiero que me expliques esto- ella lleva en las manos la muñeca, miro al pasillo y la puerta está cerrada.

-Yo no lo hice, ni siquiera tengo las llaves.

-Sabes que no puedes abrir esa puerta, lo sabes- dice  en lagrimas.

¿Qué diablos pasa?

Dejo la botella de cerveza en la mesa, creo que me está haciendo daño.

-No lo hice, digo la verdad- me levanto del sofá con toda mis cosas- feliz navidad madre.

Le paso a un lado y subo por las escaleras.

-¿Qué pasa?- escucho como le preguntan.

Yo no lo hice, estoy viendo cosas raras y por eso me he estando embriagando. 

-¿Vero?

Dios.

-¿Por qué haces esto?- me pego a la puerta.

-Tengo miedo ¿me acompañas?

No, esto no es real.

-No, no eres tú, no eres Layonel ¡Déjame en paz! ¡Largo! ¡Vete!

Le doy patada a la puerta la cual está cerrada y luego me encierro en mi habitación. Esto no es cierto, me estoy volviendo loca. 

-¿Verónica? ¿Estás bien?- es la tía Anna.

-¡No! ¡Necesito que me dejen en paz!

-Bien, si necesitas algo pídelo, estaremos abajo.

Me vale una mierda. 

Siento como unas manos peinan mi cabello, es suave y se siente bien así que abro los ojos.

-Buenas noches Vero.

-Buenas noches Layonel.

                    ***

Ahora me encuentro en una habitación blanca, donde médicos y psicólogos hablan conmigo y me quieren hacer creer que Layonel no es real, pero lo es. Al menos si para mi.

Ella siempre está conmigo y me gusta su compañía, es bueno tejer para su muñeca, no entiendo el porqué no lo hice antes.

-No es real, sacala de tu mente- dice mi madre.

-No es cierto, estoy aquí y puedes verme. Ellos ya no son nuestros padres, nos quieren separar.

No es cierto.

-No los conozco, no vuelvan- mienten- señorita Beckett, llevenos a mi y a Layonel a nuestra habitación y no me  vuelva a traer con estas personas. No las conozco.

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[Mis historias de terror]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora