Una Nueva Vida Tras La Guerra (parte II)

9: Acompañantes Indeseados

—Weiss... Despierta... — una voz suave casi como un susurro comienza a llamar a la heredera que lentamente se remueve en su lugar — es hora de ser cazadoras... — dice nuevamente esa voz, a regañadientes la peli blanca comienza a abrir los ojos, frente a ella y bastante cerca cabe añadir, se encuentran dos ojos plateados mirándola con una sonrisa

—Ru... Ruby... — la ojiazul se queda un momento observando a su compañera, cada facción; los mechones de cabello que caen sobre su cara; su rostro perfilado; piel suave a la vista; ojos llenos de alegría, con ese brillo que no muchos tienen, pureza; sus labios... — eres... herm... — al final parece que el sonido de sus palabras la hacen darse cuenta de la situación —HERMANA DE YANG!!! ESO IBA A DECIR!!! — se apresura mientras siente un calor inundando su cara y todo su cuerpo — ALÉJATE!!! — dice empujando a la menor con los brazos

—buenos días Weiss!! — responde Ruby rascándose la nuca, estaba pensando en la extraña reacción de la heredera, tal vez estaba soñando algo bonito? Se pregunta la líder viendo como Weiss se levanta y acomoda las ropas, aparte de estirarse y hacer una mueca de dolor, nadie la culpa, después de todo habían dormido recostada en vigas y tablas así que era normal tener puntos adoloridos

—dónde están Yang y Blake? — pregunta la de ropas azules mirando alrededor, solo hay unas cuantas personas despiertas, aún es temprano pero como cazadoras y sobretodo protectoras, tienen que ser las primeras en levantarse

—están llendo por agua y comida para los habitantes, hay un río y varios arbustos a unos cuantos kilómetros — responde la de capa roja analizando la situación

—no es más fácil que se vayan a vivir allá? — cuestiona Weiss confundida

—lo mismo les dijimos, al parecer lo intentaron una vez en otro lugar pero los grimms los siguieron y destruyeron las tierras... La naturaleza se demora en reconstruir así que no se quieren arriesgar a acabar con la única fuente de recursos que poseen ahora— explica Ruby mirando las casas —reconstruiremos la ciudad — dice al fin

—que? — la peli blanca mira a su compañera sin creerse que lo que acaba de escuchar es cierto —como planeas hacerlo? —

—planeamos sería la palabra correcta mi querida Weiss — la nombrada se cruza de brazos y levanta una ceja haciendo sentir incómoda a la peli corta —es decir... — se aclara la garganta antes de continuar —creería que si ya creamos una cerca podríamos también construir aunque sea una casa gigante, tenemos dust para reforzar los ladrillos... Dichos saldrían de la Torre — las dos miran la edificación que se tambalea con el viento

—tenemos que tumbarla, en el mejor de los casos termina de destruir la aldea, en el peor... — Weiss se detiene y mira a su líder

—se nos ocurrirá algo, pero necesitamos a Yang para hacerlo —

—porque Yang? —

—no la has visto? Es una bola de demolición!!! Justo lo que necesitamos—

—Agh... —

...

—Blake— tras haber caminado un largo tiempo junto a algunos habitantes y su compañera, Yang por fin ha recogido varias cubetas de agua y cestas de comida

—si? — la fauno del gato asoma por detrás de un arbusto con varias bayas en la boca, y pues bueno, no habían comido desde el día anterior y habían madrugado así que no habían desayunado, cuando vuelvan comerían... Bueno... Compartirían con los habitantes así que tal vez no les quedaría mucho

—es verdad que los gatos le tienen miedo al agua? — pregunta la rubia acercándose a su compañera que frunce el ceño