18: Reacondicionamiento

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Ante la sorpresa de su compañera faltante, Blake mira la hora, 3 de la mañana, es muy temprano, sobretodo considerando que Yang es siempre la última en despertar.

La peli negra mira la mesita de noche, la caja sigue allí, parece no haberse abierto, con cuidado de no despertar a Weiss y Ruby se arregla y coloca su ropa usual

Sale al pasillo cerrando con suavidad y comienza a buscar a la desaparecida, cafetería, nop; jardín, tampoco; sala de armas, no está ahí; salones, sería una sorpresa encontrarla allí. Mientras camina pasa por una puerta que pone "gimnasio" la peli negra golpea su frente con la palma de la mano, no se podía creer que de todos los lugares ese fuera el último en el que buscaría

Silenciosamente abre la puerta y como es esperado ahí esta Yang, tiene su ropa deportiva que consiste en un top anaranjado, shorts negros con rayas amarillas y tenis amarillos y negros con toques naranjas

La rubia está frente a un saco de boxeo, está de lado así que solo es posible ver su lado izquierdo, está sudando dando a entender que no acaba de llegar. Lanza un puño con su brazo izquierdo y luego una patada del mismo lado, cuando gira Blake abre los ojos y deja salir una sonrisa, el sacó de boxeo es golpeado con el brazo robótico sacudiéndolo fuertemente, aún mantiene su color metálico original

La rubia toma oxígeno y mira su brazo girándolo, cerrando y abriendo los puños, aunque al principio la joven Xiao Long había dudado en sí colocarse o no el brazo, se lo había puesto y sin ayuda atornillado la parte que iría pegada a su piel, solo quería saber como se sentía pero al final había terminado entrenando y para su sorpresa se sentía bien, respondía a la perfección a lo que quería hacer, era fluido y lo que más le gustaba, golpeaba duro

Después de analizar el brazo vuelve a atacar, esta vez con movimientos seguidos y mezclados, puños, patadas, de lado, hacia arriba, saltando, hacia abajo. El saco se mueve con cada golpe, la rubia aprovecha el balanceo para practicar sus movimientos esquivos y saltos de lado y atrás

Blake observa atontada cada movimiento de su compañera, tan segura, tan ágil, esa es la Yang que ella conoce. Su falta de atención a algo más que la rubia hace que no note como su peso lentamente abre más y más la puerta hasta que se cae de cara debido a la falta de soporte

El sonido pone alerta a Yang que mira a su amiga, el rojo sangre atraviesa por menos de un segundo sus ojos, pero Blake los había alcanzado a ver, al parecer el exaltarse también activa su semblanza involuntariamente

—Blake — saluda Yang caminando hasta una máquina y agarrando una toalla mientras se seca la cara, llega hasta la pelinegra y le tiende la mano, para sorpresa de la más baja, le tiende el brazo derecho, como solía hacerlo

—Como te sientes? — pregunta la fauno del gato levantándose con ayuda, el metal está frío pero no le molesta. Mira a los ojos de la más alta, el morado se ha aclarado un poco, no mucho, pero se nota

—bueno... No es mi brazo pero se siente... Casi natural — responde sonriendo, la segunda vez que lo hace en menos de 5 minutos, es en realidad un gran avance

—fue idea de Weiss — comenta la peli negra sonriendo, Yang parce asombrarse un poco antes de que una sonrisa calidad se pose en su rostro —seguirás entrenando? — pregunta Blake mirando el gimnasio, tiene todo lo necesario, guantes de boxeo, dianas, maquinas de correr

—bueno... Llevo tres semanas sin hacer nada, tengo que volver a las andadas — responde volviendo a sonreír, la pelinegra analiza a la mayor, no entiende de que se queja, sigue teniendo ese six pack que embobaria a cualquiera —Blake, mis ojos están acá... — dice la rubia divertida haciendo sonrojar a su amiga

Una Nueva Vida Tras La Guerra (parte II) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora