Enamorada de un Demonio (Editando)

capítulo 3

Hoy me levante y con un mal presentimiento y es por lo que paso ayer con Jessica solo recordar su nombre me dan náuseas, lavo mi rostro y cepillo mis dientes, bajo las escaleras y mi madre me dice que baje al sótano a buscar el matarratas, puedo observar que hay alguien dentro del sótano pero no puedo ver bien por la oscuridad, me asustó mucho que doy un brinco, pero la curiosidad me gana así que termino de entrar, y odio eso porque yo soy una de las personas que cuando miran películas de terror, desde el sillón le gritan a la protagonista ¡¡No Vayas Allí, No Vayas!! Y como saben siempre van... y para más fregar no encuentro el interruptor, con miedo cada vez voy más cerca de la persona, pero lo único que puedo diferenciar por un poco de luz que se cuela desde la parte de arriba es esos ojos color verdes, en el momento que ya estoy muy cerca de él lo reconozco, es el mismo chico de la escuela, el culpable de lo que me hará Jessica, bueno, no tiene tanto la culpa porque yo también le quería decir sus verdades. cada vez voy mucho más cerca de él, me armo de valor y le hablo.

- ¿q-qué haces aquí? ¿cómo entraste? — Mi madre me saca otro brinco porque hablo de la nada.
-hija ¿porque tardas tanto? y ¿con quién hablas? —Mi mamá enciende la luz y donde supuestamente estaba ese chico ya no estaba nadie, me pregunto si mi cerebro me odia porque aparte de ver a ese chico él siempre me deja hablando sola.

- ¿Eh? ¡oh con nadie ma! —agarro rápidamente el matarratas y se lo entrego.

***

Me encuentro a punto de entrar al colegio cuando sucede lo mismo de todos los días, sostengo mi mochila con toda mi fuerza y esta vez salgo corriendo, pero no soy una persona tan atlética que digamos.

- ¡Agárrenla!

-¡¡suéltenme, se los suplico déjenme ir por favor!! —Nuevamente empiezo a gritar y a forcejarme 

-Lauren, Lauren... —Jessica se acerca lentamente hacia mí. trato de retroceder al ver lo que sostiene en la mano, ella me observa y dirige su mirada hacia el objeto que estoy mirando.

 - ¿Te preguntas que es esto?  Mmm, pues te lo diré, ayer a la salida me compre está pequeña y hermosa navaja y ¿Sabes? Me preguntaba dónde la podría estrenar y ya que estas enfrente mío ya se dónde la estrenaré. —en ese mismo instante ,me agarra el rostro con brusquedad y hace una pequeña pero dolorosa cortada en el cachete izquierdo, grito del dolor y el susto, como puedo logro zafarme de unos de los agarres y le rasguño la cara a Jessica, cuando ella siente el dolor, afloja su mano pero no lo suficiente como para soltarme, me percato que otra persona está apartando a los demás que me tienen sujetada, lo extraño es que no puedo ver a esa persona, pero si puedo sentir su presencia, cuando ya no siento los agarres de los demás aprovecho y corro lo más rápido que puedo hasta llegar al baño del colegio, mis manos tiemblan lo cual me dificulta abrir la llave del grifo, lavo mi rostro esperando que mi herida ya no sangre pero aun sangra un poco, suena el timbre y el miedo al recordar que me puedo volver a encontrar con Jessica hace que me dé un ataque de pánico, me cuesta respirar... no logro calmarme... tengo miedo, retrocedo hasta llegar a una esquina del baño y es inevitable llorar, escucho como se abre la puerta y por ella pasa el chico que vi en el pasillo y en mi sótano, se acerca a mí y sin dudar me abraza.

-Lauren... Cálmate, no estás sola así que trata de calmarte. —De algún modo esta persona me hace sentir segura, mi respiración empieza a calmarse, cuando limpio y abro mis ojos él ya no estaba, empiezo a dudar si lo que acaba de pasar ha sido producto de mi imaginación o si en realidad paso, lavo nuevamente mi rostro y arreglo mi cabello de forma que mi herida no se vea, y salgo del baño.

Cuando estoy a la entrada del salón de clases respiro profundo y dejo salir el aire, entro al salón y el profesor a un no ha llegado, pero si Jessica, todos están enfocados en sus cosas así que nadie se da cuenta que llegue, percibo que hay tres pupitres vacíos y los tres están cerca de Jessica, está el que tiene a la par y los otros dos vacíos que están detrás de ella, decido sentarme detrás de ella antes que el profesor llegue... mi estupidez no tiene límite. Cuando paso a la par de ella reconozco porque tiene esa cara de victoriosa..., lo más seguro es que ya mandaron a llamar a mi mamá. me siento mirando hacia bajo, más bien me concentro en mis manos y los pequeños movimientos que hace, escucho como todos se sientan supongo que el profesor ya llego, dejo de mirar hacia mis manos y ahora miro hacia la ventana, el profesor Brown comienza a hablar.

-Como observan hay un alumno de intercambio, él es Leviat Zepha, por favor joven tome asiento. — Puedo escuchar a las chicas diciendo, ¡oh mira que guapo!, ¡me encantan sus ojos! ¡¿ya le vieron esos ojos color verdes?!, ¡su cabello rebelde le queda bien!

-Como usted diga. —contesta, su tono de voz no era grave ni suave era una voz ¿perfecta?, pero por alguna razón sentí que anteriormente ya lo había escuchado así que miré hacia el frente y pude ver al chico que me deja hablando sola, pero ¿cómo? ¿que no se supone que era mi imaginación?, me quedé en shock, miré que traía consigo unas curitas, Jessica se giró para verme y me dijo. -Solo mira lo que pasara. —Jessica se arregla el cabello y observo que el chico viene hacia esta dirección, estoy segura de que le dará las curitas a Jessica, bueno me da igual a quien le interesa. cada vez el chico se acerca más y Jessica con voz chillona dice.

- ¡H-hola! Leviat ¿cierto? —el chico al escuchar que le hablan se queda de pie frente a ella y le contesta que sí, que él se llama Leviat. Jessica fija su mirada en las curitas.

-yo soy Jessica, a penas nos conocemos y ya eres tan amable conmigo, pues te cuento que esa basura de atrás me hizo esto en la cara. —Jessica expone el rasguño que tiene en el rostro. -Mira te puedes sentar aquí a la par mía, porque no querrás juntarte con esa cosa de atrás ¿verdad? —me mira con una cara de desprecio. El chico se la quedo viendo con cara de asco y con una sonrisa de lado le dijo.

 -La única basura aquí eres tú. —el chico se me acerco y me dijo.

- ¿Cómo porque estabas tan segura de que le daría a esa bruja estas curitas? —yo me quedo sin habla, ósea ¿él me hablo? y ¿cómo sabía que estaba segura de que le entregaría esas curitas a ella? ¿acaso puede leer la mente? no, eso es imposible... ¿verdad?

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