No es un Adios

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Tras haber pasado ya varios años, entre 5 a 7 desde que Song Lan se convirtió en un cadáver feroz con consciencia y este decidio comenzar su viaje por el mundo en compañía de los espíritus de su mejor amigo Xiao Xingchen, y la joven A-Qing.

El camino había sido duró y complicado en muchos aspectos, día a día recorrió diferentes pueblos y ciudades para liberarlos de las plagas de energía resentida. Siendo un cadáver feroz sin voz, tenía que ingeniarselas para poder comunicarse con los aldeanos sin que estos le temieran, hubo ocasiones que ante el miedo de las personas decidío ayudarles desde las sombras así no se darian cuenta. A pesar de lo difícil que sería continuar con ese labor solo, la idea de seguir luchando sin descanso hasta lograr que la energía en su nucleo dorado se acumulara lo suficiente para poder utilizarla en ayudar el espíritu de Xiao, era lo que mantenia en pie.

En los momentos de lucha, se encargaba de blandir a Shuanghua y usar a Fuxue mediante sellos, así por muy extraño que pareciera, se sentía como si la compañía de su gran amigo estuviera a su lado combatiendo como en los viejos tiempos en los que se cubrían la espalda.

Incluso en algunas ocasiones que luchaba en el bosque, su deseos de verlo otra vez eran tan fuertes, que la imagen de aquel apuesto joven de ropajes blancos y graciales movimentos pasaba frente a sus ojos. Las espadas chocando contra los duros cuerpos de las bestias eran estruendosos y aún así se ensordecian con el eco de la dulce voz que en su cabeza que lo llamaba "Zichen", haciendo que volteara a ver en cualquier dirección ansioso de encontrarlo y darse cuenta que no había nadie.

Las alucinaciones que sufría durante sus peleas tenían una sensación agridulce. Recordándole los bellos recuerdos que nunca olvidaría de su juventud; donde la compañía de su fiel amigo era la razón de que su corazón silencioso pudiera sonreír. Pero siendo tan cruel al disipar en un parpadeo aquel escenario, recordandole que esos momentos ya no existían en su presente. Que los únicos vestigios de aquella gloriosa amistad y amor, serían una exquisita, pura y fría espada, y los restos de lo que fue la alma de su amigo, confinados en una pequeña e humilde bolsa.

Todas las noches sin falta al terminar su día creaba una fogata y aun sin necesitarlo se colocaba cerca del fuego, con extremo cuidado sacaba de su cinturon lo que parecía ser su mayor tesoro. Con suma gentileza sostuvo el alma de Xiao y la poso sobre su regazo, sin perderla de vista ni por un segundo comenzó a delinear con su índice figuras y signos, como si estuviera escribiendo sobre el pedazo de tela que estaba en sus manos. Ya que seguía sin la posibilidad de hablar, Zichen habia decidio utilizar ese forma de comunicación para que cada noche pudiera conversar y contarles a Xiao y A-Qing sobre las aventuras que había tenido.

Algunas veces luego de contarles sobre sus aventuras, el sentimiento que se ocultaba en el interior de Song Lan lo oprimia; el deseo de algun día ser capaz de con su propia voz hablar con su viejo y querido amigo, y decirle aquellas palabras que tanto necesitaba transmitir. Tan intenso era su deseo que sin importar el tipo de persona o humano fuera, las lagrimas que provenía de su corazón se veían reflejadas al cristalizar sus ojos, pasando por su fría piel cayendo sobre el bolsillo.

Cuando A-Qing percibía las emociones que desprendía el hombre que los cuidaba, no dudaba en usar toda la energía que tuviera para materilizarse volviendo su alma de una forma más tangible, así sentarse a lado de el para acompañarlo y ayudar a calmar su dolor.

Tomando una varita que se encontraba a la mano, comenzo a escribir en el suelo. Al terminar de escribir jalaba la túnica de hombre de negro esperando a que este hiciera caso y volteara a ver su mensaje.

Zichen ya conocía la energía espiritual de la jovencita que lo acompañaba, asi que en el momento que sintió su llamado, no tardo en cumplir su peticion y "escucharla". Fijo su mirada en la imagen translucida de la niña y al esta apuntar al suelo lo hizo encontrandose con las palabras que esta quería darle.

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