Reencuentro

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Se termino la primer semana luego del incidente. Los aldeanos cercanos a la casa de la Familia Tao se pusieron alertas, realizando guardias por los alrededores y cuidando con mayor recelo sus hogares. Dificultando la estadía de Song Lan para continuar su deber de protector.

La suerte no parecía tener deseos de brindarle ayuda, incluso con la sobre protección del padre de YuanXiao, se complicaba el tan siquiera verlo de lejos. El primer mes de vida del pequeño había transcurrido y aún no tenía la oportunidad de verlo y saludarlo, poniendolo más ansioso que una cacería nocturna.

Considerando que el lapso de espera de 11 años ayudando a su alma elevarse eran menos pesados que ese primer mes, por haberlo tenido cercas de el y en este nuevo caso el cuidado de su amado no estaba en sus manos, el deseo de verlo aumentaba más con los días.

Díez días luego de eso, Sying y Sui tuvieron una platica donde decidieron que era tiempo para que regresara a trabajar en sus deberes de cultivador. Al principio el padre de Xiao se oponía a la idea de dejar solos a su esposa e hijo, pero gracias al poder de persuasión de la joven Madre, mostrandole que nada malo había pasado y que no era necesario preocuparse demasiado, que el continuar con su estilo de vida normal sería lo mejor para ellos. Accediendo a lo propuesto los trabajos de cacería volvieron paulatinamente en el itinerario del jefe de familia, retomando tareas faciles que podía ser realizada en menos de un día, despues se prolongó a dos ,tres hasta cuatro días, ya con la confianza de que al regresar su familia permanecía sana lo dejaba mantener un viaje tranquilo.

Este cambio de rutina fue tranquilizando a los habitantes cercanos y así por fin darle un respiro de esconderse al cadáver prófugo. Ya teniendo ese progreso en su paz, el pasar las noches a observa y velar el sueño del infante era su pequeña recompensa. Eliminando el deseo de ir a conocerlo en persona, aún con las nuevas oportunidades que se le presentaban, no quería arriesgarse a cometer otro error y volver a alterar la calma.

Cada que esos sentimientos y ansias de conocerlo se querían apoderar de él, se sosegaba bajo las tristes premisas de que aún estando frente a frente, sería incapaz de decirle algo, y que aunque ese inocente niño compartíera alma con el amor de su vida, no había garantía de que esos recuerdos fueran a revivir en su memoria.

Días más tarde la conversación de los padres fue escuchada por Song Lan. Hablaron de que el maestro Tao se uniría a una misión especial que varias sectas estaban realizando, con el motivo de deshacerse de un problema que de posponerse podría causar mayor complicaciones. Apoyando la decision su esposa a pesar de que se quedaría sola por una semana entera, con alegría y confianza lo ayudo a empacar y abastecerse de lo necesario para el trayecto. Esa misma noche partió junto a más cultivadores cercanos siendo despedido por su familia.

Los tres primeros días todo parecía normal, aunque no había notícias de esa misión, Sui era lo suficientemente fuerte y capaz para salir adelante sin ayuda. Se mantenía alegre e intentaba encargarse de su hijo, y las tareas que se presentarán en su pueblo siendo tambien una cultivadora y una de las pocas que quedaban luego del reclutamiento de esa misión.

La semana habría transcurrido de forma normal hasta que un día de esos, recibió un pedido de ayuda de a fueras del pueblo y notando lo alterada que parecía la persona no se nego. Ese día se tomó varias horas en encontrar y aniquilar el causente del problema, durante la pelea a pesar ser fuerte y agil, fue sorprendida por el extraño comportamiento del cadáver que encontro, incluso siendo levemente herida, pero terminando el trabajo con éxito no le tomo importancia.

Ese día Song lan permanecío en vigía máxima a lado de la casa del pequeño Xiao, no dejaría que nada ni nadie ingresara a la casa hasta el regreso de la joven madre, y aun siendo tentado no se atrevería a entrar. Se volvería como un dragón que resguarda la guarida de su más preciado tesoro, sin siquiera tocarlo el mismo.

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