Primera Despedida

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Luego de los arduos días de niñera, en los que aprendió desde de lo mas básico a lo mas complejo del cuidado necesario para el pequeño Xiao, Song Lan había adquirido ese gusto interno y personal, de que a pesar de tener un largo día a cargo del cuidado de madre e hijo, su recompensa llegaría al final del día, al poder ver, arrullar o incluso dormir junto al adorable infante.

Siendo un cadáver feroz la necesidad de sueño estaba suprimida y eso era una ventaja para alguien que vivía la presión del constante peligro de huir o ser acechado por criaturas malignas o humanos espantados; sin embargo en ese mundo hogareño y pacifico donde no tenia que enfrentarse a nada ni nadie para mantener su integridad física intacta, apreciaba cada vez mas la tranquilidad de ese estilo de vida.

Lamentablemente el sueño de una vida hogareña sufría una grieta que comenzaba a hacerse mas notoria con el paso del tiempo. El actuar como el guardián de tan adorable tesoro, sin separase de su lado, disfrutando de cada momento que esa compañía tan especial le otorgaba, era algo que  no duraría para siempre y mucho menos significaba que por tomar prestado ese tiempo, un día podría compartir el destino de estar junto a su alma gemela en esa segunda oportunidad. Los únicos a cargo del futuro y vida del recién nacido era los jóvenes padres; Tao Sying quien como cultivador había tomado una misión muy lejos de su hogar impidiéndole mantenerse en contacto y dar señas de un pronto regreso; y de Siu Xia la joven mujer que había mantenido su perfecto rol de madre hasta que enfermo y ahora se encontraba postrada en cama hasta poder recuperase.

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Al cabo de la semana, los cambios en su salud seguían siendo desfavorables y poco prometedores.  Siu conforme pasaban los días se notaba mas afectada y débil, ya no se podía levantar de la cama, el apetito disminuyo tanto que la complexión saludable y fuerte que tenia como cultivadora se deterioraba velozmente, incluso el flujo de qi en su núcleo dorado se drenaba volviéndose vicioso desde la herida que inicio todos sus males; contando con el respaldo de numerosos remedios y tratamientos de energía que Song Lan con esfuerzo utilizaba para sanarla, ni uno pudo dar un resultado acertado. Ese imbatible declive de espíritu que ambos adultos notaron en su ultimo intercambio de miradas ese día, los hacia conscientes de las probables y desalentadoras consecuencias que no tardarían en ocurrir. Pero a pesar de la cruel verdad, la mujer trataba de mantener la calma en todo momento y esbozar aquella sonrisa dulce que usaba cada que podía ver a su hijo. 

Esa ultima noche con sobre exigido esfuerzo se redactaron dos pequeñas cartas. La primera era una en la que fueron descritos con inmensa devoción y cuidado, los sentimientos mas profundos que una madre puede tener por su hijo, todo lo que deseaba para el, las lecciones que habría querido enseñarle para que se volviera una persona de bien y todo lo que significaba para ella aun cuando no pudiera estar con el en su futuro. El papel que contenía ese amor inmensurable plasmado en cada uno de los caracteres, fue humedecido con unas pocas y cálidas lagrimas que se desprendieron de aquellos ojos amorosos  que se negaban a despedirse. La segunda carta tuvo un mensaje mas practico, debido a que sabia que la muerte no tardaría en llegar y en el momento que sucediera el pequeño Xiao se quedaría sin ningún otro familiar del cual depender hasta la llegada de su padre, Siu  quiso asegurarse de dejar un humilde decreto  en el cual le avisaba a su esposo la decisión de cederle temporalmente la custodia aquel cultivador errante llamado Song Lan. Esto porque intuía que el día que su marido regresara, porque estaba segura de que lo haría y en ese momento se encontrara con la noticia de su muerte y que su hijo ahora estaba en manos de otro hombre sin ninguna explicación, se imaginaria lo peor y desencadenaría una feroz batalla, adelantándose a eso prefirió dejar esa constancia de lo que en verdad sucedió y que no culpara ni a Song Lan ni al el mismo. Ya terminadas ese par de cartas, dejo por ultimo una nota donde le pedía al amable guardián, que cuidara de su hijo y que en dado caso que su esposo apareciera le diera aquella carta con el amuleto de jade que la pareja compartían en símbolo de su ultima voluntad.

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⏰ Última actualización: Dec 03, 2020 ⏰

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