Winter Malo

678 93 13
                                    

Me pare cerca de las cuatro de la mañana sintiéndome como un idiota por no haber enviado el trabajo, así que decidí enviarlo a esa hora con la excusa de que Santiago estaba fuera y yo había tenido problemas de salud que me habían impedido enviarlo...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me pare cerca de las cuatro de la mañana sintiéndome como un idiota por no haber enviado el trabajo, así que decidí enviarlo a esa hora con la excusa de que Santiago estaba fuera y yo había tenido problemas de salud que me habían impedido enviarlo a la hora, la vieja confiable.

No sabía si lo aceptaría pero si sabía que los profesores me tenían compasión y siempre me dejaban entregar cosas después de tiempo.

Intente volver a dormir pero me era imposible, baje en la madrugada por algo de leche cuando me encontré con mi hermana asaltando la alacena.

—¿Todo bien? —le pregunté riendo.

—Mamá oculta las galletas de Charms —contestó metiéndoselas a la boca— no le digas donde están.

Sonreí, le robe una y me senté a su lado.

—No puedes dormir —concluyó— ¿Algo te molesta?

—Eso creo —suspiré— ¿Tú?

—Tenía antojos —dijo comiendo su galleta con fascinación.

—Antojos —me burlé— suenas a mamá cuando estaba embarazada de Charms.

Solté una risita y la miré, ella se veía realmente nerviosa por lo que no me costó trabajo deducirlo.

—¡Estas embarazada! —exclamé un poco alto.

—Cierra la boca —me calló poniendo su mano sobre mi boca— No puedes decírselo a nadie —sentenció.

Yo asentí para que quitara su mano de mi boca.

—¿Cómo? ¿Cuándo? —bombardee de preguntas— ¿Con quién?

—El cómo lo sabes muy bien, el cuando hace cuatro meses en ese viaje de la universidad y con quien es algo que no sé —contestó calmada.

Me quedé pensando en muchas cosas y traté de reprimirlas para no sonar como mamá.

—Lo daré en adopción Wint —me leyó la mente.

—¿Estas segura? —pregunté confundido.

—Realmente no —contestó sincera— sabes estoy a mitad de la carrera y aún me faltan muchas cosas por hacer —aseguró— amo este bebé Wint, lo amo demasiado como para fregar su vida.

Yo sólo asentí y la abracé fuerte.

—Lo que decidas yo te apoyo —la consolé— y estoy seguro de que todos aquí lo harán.

Ella besó mi mejilla y me abrazó nuevamente.

Subí a mi habitación para tratar de dormir aunque Charms ocupaba toda la cama.

Casi no había dormido nada lo que me había hecho despertar cansado y de mal humor, Santiago llegaba hoy en la noche sin embargo se veía que se la estaban pasando bien pues lo había visto en sus historias de Instagram lo que me provocaba más miedo.

Winter Jones, las sombras de invierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora