Cada vez se acercaba más, se veía mas flaco desde la ultima vez pero aún mantenía esa expresión de molestia, él se paró a unos centímetros de mi.
—Hola —dije nervioso.
—No vengo hablar contigo —gruñó sin mirarme.
—¿No? —pregunté incrédulo.
Me miró con esos brillantes ojos café que me mataban.
—Si dejarás de pensar que eres el centro de atención te darías cuenta que mis amigos están a lado del tuyo —cuestionó.
Y tenía razón, los gemelos estaban junto a Ty.
Suspiré cansado si ya me había confesado con un muerto era hora de hacerlo con un vivo.
—Lo siento, de verdad lo siento —le dije sincero.
—Ya habíamos pasado por esto no necesitas decirlo otra vez —murmuro molesto.
—Lo diré las veces que sean necesarias para que me vuelvas amar —asegure.
Él soltó una pequeña risa y me miró.
—Nunca te ame —contestó dejando los dos twinkis que traía para sus amigos para darse vuelta.
Entonces como todo hombre haría para responder una situación le aventé una bola de nieve, él giró molesto.
—Puedes odiarme, decirme que soy egoísta o insultarme pero nunca digas que no me amaste porque no es verdad.
—No me retracto de lo dicho —aseguró.
Entonces otra bola de nieve lo atacó.
—Puedes dejar de aventarme bolas de nieve —gruñó.
—No hasta que dejes de mentir —contesté.
—¡No puedes obligarme a sentir lo que tú quieras! —me gritó— ¿Puedes entender que esto se acabó?
—No cabron —respondí— tú hablaste la última vez así que ahora me dejas hablar y después, después de que termine de hablar se terminó.
Santi solo puso los ojos en blanco y suspiró.
—Lo siento —dije— no siento haber hecho lo que hice porque lo volvería hacer, lamento haberte hecho daño eso si lo lamento, yo... no soy egoísta pero cuando la vida te quita tanto solo te queda aferrarte a lo que amas y ese algo eres tú...
—Winter...
—No, escucha esta es la primera vez que amo a alguien de esa manera y tenía miedo si, tenía miedo de que te fueras a México y encontrarás a una persona mejor que yo... tenía miedo de volver a estar solo... se que debí habértelo dicho pero no hubiera soportado que me hubieras dicho que no.
—Ni siquiera lo intentaste solo lo decidiste...
—¡Lo hice porque tenía miedo!... tengo miedo todo el tiempo idiota, me dió miedo perderte así que hice algo, algo que no estuvo bien pero al menos yo hice algo porque te amo —grité dándome cuenta de algo— pero tienes razón, tú no me amas.
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Winter Jones, las sombras de invierno.
Novela JuvenilWinter Jones o mejor conocido como invierno es un sobreviviente. A su corta edad a sobrevivido a cuatro accidentes que amenazaron su vida, todos en invierno. Su nombres puede ser una coincidencia o solo un mal augurio. Lo único que sabe es que des...